BARRANQUILLA, Colombia.- ”Y ahora que comience el juego”, fue la frase con lo cual arrancó la ceremonia de apertura de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018, la competición más antigua de la zona y que en esta ocasión fue vista desde el año 2132, el origen.
Una imagen de la constelación dio paso a la visión futurista de la ciudad. El estadio Metropolitano se convirtió en una nueva ciudad que fue vista desde el futuro, a cientos de millas luz. “Barranquilla 2132, el origen” fue el concepto que utilizaron los organizadores para brindar un espectáculo vibrante. El presente y el futuro de una ciudad que brindó el cobijo de la humanidad. Música eléctrica en el escenario.
La Miss Universo 2015, Paulina Vega, apareció en el centro de la ciudad, enviada del futuro, para examinar a la nueva creación del mundo. Comenzó ese concierto de vaivenes a ritmo de contrabajo, guitarra y batería.
Un son colombiano poco a poco se transformó en notas barranquilleras. Y es que si bien “Barranquilla 2132, el origen”, inspirado en el libro homónimo del escritor José Antonio Osorio, mostró una ciudad futurista y de gran adelanto tecnológico, la ceremonia deslizó un paso de la esencia de la ciudad sede de los Juegos Centroamericanos.