Miguel Ángel Casique Olivos
A muchos gobiernos que están a punto de salir ya no les interesa lo que sucede o lo que pase con la ciudadanía; a muchos de esos gobiernos sólo quieren ya dejar la casa vacía y que el gobierno que llegue le toque “arreglar” lo que a todas luces está mal en su mandato. Esto sucede, al parecer, con el gobierno de la Ciudad de México que no sólo no le interesa lo que pase con la capital mexicana, sino que “deja” que la policía capitalina genere malestar a los ciudadanos y este fin de semana les tocó a los estudiantes.
En esta gran metrópoli, capital del país, este sábado y domingo sucedieron dos hechos que llamaron la atención de Esténtor Político. Se trata de la detención y encarcelamiento de 10 jóvenes estudiantes, la mayoría universitarios que pertenecen a la Casa para Estudiantes de Periodismo “Hermanos Flores Magón”, a quienes se les acusó de cometer un «delito» por pedir dinero y repartir volantes. Este trato en las delegaciones Azcapotzalco el sábado y en la Delegación Miguel Hidalgo para el día domingo.
Los jóvenes universitarios detenidos y llevados ante un juez fueron: Adrián Pablo, Omar Jiménez y Tania Barranco, de la UNAM; de la UAM, Diana Villegas; del Centro Universitario Tlacaélel, Judith Palacios, Zaqueo Bautista, Griselda Leal y Edna Hernández, de la Carlos Septién García; también fueron detenidos dos jóvenes que se preparan para ingresar a alguna universidad del país; Arturo Arango y Marco Antonio Esteban.
Estos jóvenes, durante algunos fines de semana, como parte de las actividades económicas que realiza su albergue estudiantil, realizaban una colecta pública, -como esa que cada cierto tiempo realiza la Cruz Roja y otras instituciones-, para resolver algunas de las necesidades básicas de su casa de estudiantes y para esa actividad, como también es común, se puede observar que se trata de la entrega de un volante al ciudadano pidiéndole su óbolo económico si acepta voluntariamente sumarse a la causa.
En ambos casos, estando los jóvenes en pequeños grupos realizando esa actividad, unidades de uniformados llegaron para detenerlos porque estaban cometiendo “faltas administrativas”, para inmediatamente después subirlos a las patrullas y ponerlos a disposición de un juez en ambos casos. Tras hacerlos esperar al menos 6 horas en Azcapotzalco y al menos 4 en la Miguel Hidalgo, se les dijo que su delito era “pedir dinero” y “repartir volantes” y que tenían pagar, si querían estar en libertad, multas de 1,600 pesos cada uno, ¡válgame Dios! diría algún creyente; y, por pura casualidad la policía capitalina sólo escogió a esos 10 jóvenes y se les olvidó a los cientos de limpiaparabrisas y vendedores que hay en casi todas la avenidas principales de la Ciudad de México o ¿será que ellos pagan alguna cuota para que puedan trabajar sin ser molestados? También las autoridades quisieron aplicar las políticas de descuentos por ser estudiantes, reduciendo la cantidad, pero que definitivamente estaba fuera del alcance de los jóvenes.
En la Ciudad de México, el jefe de gobierno José Ramón Amieva no saldrá bien librado antes de que entre la nueva Jefa de Gobierno: el gobernante no pudo resolver al 100 por ciento el problema de vivienda a los afectados por los sismos de septiembre; tampoco ha podido bajar el índice de inseguridad a pesar de haber echado andar el famoso programa «Agrupamiento Cóndores» que con los 10 helicópteros patrullan la Ciudad; aún está pendiente regresarles su casa a las familias del predio “La Ciénaga”, de la Delegación Tláhuac, viviendas que fueron destruidas porque el predio estaba siendo entregado a la transnacional Walmart para un negocio. Pero se comenta ya que en la CDMX la policía se está saliendo de control, algunos dicen que es la bienvenida para la nueva jefa de gobierno y se rumora que el mismo gobierno en turno lo estaría provocando. ¿Será?
Y es que ahora parece que hay instrucciones centrales del gobierno capitalino para que la Policía de la Ciudad de México detenga a jóvenes estudiantes que piden a los ciudadanos un apoyo económico, el cual es usado para sostener un albergue que les ayuda en hospedaje y alimentación para poder continuar con sus estudios universitarios. Algunos de los jóvenes nos comentaron que la colecta pública no es un delito y que la policía al mando del gobierno de la Ciudad de México está cometiendo una arbitrariedad y represión contra quienes la realizan, incluso, comentaron que en los próximos días asistirían a la Comisión Nacional de Derechos Humanos para denunciar estos hechos.
También nos platicaron que buscarán que no se criminalice una de las alternativas con las que han podido salir adelante decenas de generaciones pobres en la Ciudad de México. Esperemos que las autoridades tengan oídos receptivos para no sumar más agravios contra los jóvenes. La segunda cosa que observa Esténtor es que esto se dio en el marco del Día Internacional de la Juventud. ¿Cómo la ven? Así no se puede hablar de vanguardia para el país ni ahora ni nunca.
Clímax no político…
¿Qué cosas más veremos en estos días? Por lo pronto arrancando la semana nos encontramos con que el ex secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y próximo coordinador de la bancada del PRI en el Senado, declaró que no está de acuerdo con la creación de la Secretaría de Seguridad Pública Federal y reprobó que la ruta de pacificación del país que propone el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, en donde incluye como eje fundamental la Ley de Amnistía.
El ex titular de la Segob federal “consideró que en el tema de seguridad no hay que inventar el hilo negro, hay profesionalización de policías, hay compromiso de ámbitos de gobierno municipal, estatal y federal, y eso es lo que se tiene que observar»… Solo hay un pequeño detallito; ¡Lástima Margarito!, el ya no puede hacer nada. Por el momento, querido lector, es todo.