Que en el mundo no haya hambre material, ni hambre espiritual: Antorcha.
Puebla, Puebla. Acompañados por sus familiares, padrinos, amigos y maestros, 25 jóvenes artistas de la generación 2013 – 2018 del Instituto Macuilxóchitl egresaron de esta escuela de Bellas Artes de Puebla, tras la presentación de un majestuoso programa cultural en el que más de 130 estudiantes desplegaron talento y belleza tales que conmovieron al público que asistió al Teatro del Complejo Cultural Universitario.
“Sepan que el pueblo despierta al verlos, que el pueblo se educa al ver su espectáculo. Porque no sólo de pan vive el hombre, sino también de esto: de arte.
No queremos que los artistas de la Macuilxóchitl sean como los demás artistas; yo vengo a decirles que el pueblo de México que los conoce los quiere, los estima, los aprecia y espera que se queden de su lado”, con el Movimiento Antorchista, ahora que ya dejan las aulas para ser profesionales de su licenciatura, les dijo el padrino de la generación Homero Aguirre Enríquez, vocero nacional de la organización.
Unos 700 capitalinos y familiares de los jóvenes, fueron testigos de un programa cultural incluyó canciones como “Amémonos”, de Manuel M. Flores, interpretada por Beatriz Prisciliano Vázquez, así como dos canciones a coro, y bailables folclóricos como “Revolución Mexicana”, “Tamaulipas”, “Tierra caliente de Michoacán”, así como “Nuevo León”.
Cerca de 130 jóvenes artistas hicieron vibrar al Teatro del Complejo Cultural Universitario, que los aplaudió y ovacionó por la calidad profesional que han logrado durante sus estudios en este instituto.
Antes de recibir sus diplomas, los 25 jóvenes que egresaron de las licenciaturas en Danza Folclórica y Expresión Artística bailaron su vals de graduación al compás de las notas de “Noche Azul”.
La mayoría de los jóvenes que estudian en este Instituto forman parte de los Grupos Nacionales Culturales del Movimiento Antorchista, que son la perla artística de esta poderosa organización política, y que se presentan de manera gratuita en diversas partes del país: tanto en foros tan imponentes como el Auditorio Nacional de la Ciudad de México o los auditorios Metropolitano y del CCU en Puebla, como en pequeños poblados alejados de las grandes urbes, para que la gente humilde pueda conocer, disfrutar y educarse con el arte que ha creado la humanidad a lo largo de su historia.
Nos sentimos orgullosos de nuestro movimiento cultural: Antorcha
En este país, poblado por casi 130 millones de mexicanos que somos muy trabajadores, la riqueza no se reparte equitativamente: mucha gente no alcanza ni siquiera a mal comer. Es un hecho terrible, que provoca lágrimas y dolores. La riqueza está acaparada en pocas manos. Eso ya de por sí es una tragedia, pero la gravedad aumenta si pensamos en que la riqueza cultural -lo que debemos saber, lo que debemos gozar, aquello que nos hace humanos-, está negada para muchos millones que no la pueden disfrutar, afirmó el vocero nacional de Antorcha, Homero Aguirre Enríquez, durante su discurso.
“Hay mexicanos que no van a ir a un teatro nunca, que jamás van a ver un espectáculo como el que acabamos de ver porque los boletos de ingreso son muy caros. Y eso cierra la tragedia nacional: un país rico material y culturalmente, con un pueblo pobre en lo material y cultural”, denunció.
Así podemos medir de cuántos quilates es el oro del que estamos hablando: nuestros artistas, explicó Aguirre Enríquez, y acto seguido sostuvo que el arte que promueve Antorcha es “un movimiento cultural que le lleva a la gente humilde de México, de forma gratuita, bailes de su patria, que nuca ha visto. Es una actividad de la que debemos sentirnos orgullosos”.
El pueblo despierta al verlos: Homero Aguirre
“El pueblo de México no está organizado, sólo se le llama para que cada seis años vaya a depositar un voto. Ojalá todo fuera tan fácil, para resolver los problemas del país, como ir a votar cada seis años para elegir a un individuo. Pero eso no va a ocurrir. No soy ave de mal agüero: La historia no registra un sólo caso en que la suerte de los dolidos, de los empobrecidos, haya cambiado por la voluntad de un hombre o de un pequeño grupo de hombres”, explicó Homero Aguirre.
Y agregó que se necesita un pueblo organizado, educado y despierto: al que el arte le despierte sentimiento de cambio y lo disponga a luchar por ese cambio para bien de todos los mexicanos.
“Sepan que el pueblo despierta al verlos, que el pueblo se educa al ver su espectáculo. Porque no sólo de pan vive el hombre, sino también de esto: de arte. Yo vengo a decirles que el pueblo de México que los conoce los quiere, los estima, los aprecia y espera que se queden de su lado”, les dijo.
Uno no puede ir por la vida sin tomar partido -sostuvo el portavoz antorchista: Hasta Dante Alighieri en La Divina Comedia condenó a los indiferentes, a los que nunca hicieron ningún compromiso con nada. Y el castigo para ellos es que eternamente sigan a una bandera que no será la suya, sino la de otros, que los utilizarán para sus propios fines, las más de las veces perversos.
No podemos ser indiferentes. Uno no puede permanecer impávido ante lo que pasa en el país: la pobreza, la desigualdad, y todos sus derivados que nos convierten en una sociedad enferma, dijo Aguirre Enríquez.
“Tomen partido con los pobres, como despertadores de conciencias. Antorcha quiere que en el mundo no haya hambre material, ni hambre espiritual”, concluyó.