El silencio de la marcha fue roto por el grito de ¡Fuera Porros! La lluvia no impidió que dos generaciones caminaran juntas para exigir añejas y nuevas demandas. Bocas silenciadas con tapabocas y cinta adhesiva; pero cartulinas con mensajes, frases y denuncias de muchas cosas que no han cambiado en 50 años.
La policía capitalina reportó saldo blanco, pero ya antes, se había derramado la sangre y la violencia, por eso, los estudiantes volvieron a tomar las calles para manifestarse, para expresar su enojo y exigencias a las autoridades universitarias y a la que tiene que ver con las desapariciones de personas, con los 43 de Ayotzinapa, violencia y carencias en escuelas y facultades de la UNAM.
“Cuando la tiranía es ley, la revolución es orden”, “Contra toda autoridad… menos mi mama”, se podía leer en las pancartas, mantas y cartulinas. Minutos antes de la cinco de la tarde, inició la marcha de las instalaciones del Museo de Antropoligía. En el camino se fueron sumando contingentes de escuelas y facultades de la UNAM, IPN, UAM, UPN, INBA, Colegio de México, familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapan e integrantes del Comité del 68.
La marcha fue convocada por la Asamblea Legislativa, hubo respuesta, aunque, no participaron tantos como los 35 mil de la marcha en CU quienes protestaron al día siguiente de la agresión de porros a estudiantes del CCH Azcapotzalco. La lluvia no ahogó los gritos y las demandas de los estudiantes. Antes, el rector Enrique Graue, les mandó un mensaje, pidiéndoles no responder a agresiones.