- También pueden aplicarse en la salud animal y el mejoramiento de cuerpos de agua
Un procesamiento adecuado de microorganismos puede biorremediar daños al medio ambiente y aplicarse en la transformación y la absorción en la agricultura, la salud animal, el balance de ciclos biogeoquímicos y el mejoramiento de cuerpos de agua, aseguró Jorge Isaac Martínez Corona, ingeniero bioquímico industrial por la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
También son importantes porque tienen un nicho muy valioso en la naturaleza, el ser humano depende ampliamente de ellos y ofrecen grandes posibilidades metabólicas, señaló el director de la empresa mexicana de biotecnología Liventia, que cuenta con un banco de esos sistemas biológicos recolectado por el mundo desde hace casi 25 años y mediante procesos únicos y especializados identifica consorcios microbianos con la información que contiene cada organismo y la forma como se comporta para restaurar ecosistemas afectados.
Al participar en el Primer Seminario Internacional de Biotecnología y 12ª Semana de Biotecnología, el maestro en Desarrollo de Productos Bióticos explicó que hay muchos terrenos que no pueden utilizarse para urbanizar ni para cultivos porque están contaminados, ya sea por la presencia de metales pesados, hidrocarburos, sustancias tóxicas, colorantes o venenos, y mientras permanecen en esa situación van extendiendo la contaminación hasta los mantos freáticos.
Hay campos agrícolas contaminados por derrames de petróleo debido a tuberías que tienen fugas y se cuelan hacia la tierra, cambiando las propiedades de la tierra, en los cuales pueden intervenir con ciertos microorganismos que ofrecen una alternativa de aumentar la productividad agropecuaria.
El doctor en Ciencias de la Ingeniería explicó que ningún complejo de microorganismos ha sufrido alteración o mutación, pues el código genético de las cepas madre permanece intacto. Sus características son no patogénicas, no tóxicas y 100 por ciento orgánicas, lo que deviene en líneas celulares fuertes, exclusivas y selectas para generar bienestar.
Los consorcios de bacterias que desarrollaron trabajan para contribuir a una producción más sostenible de alimentos, restauran la salud de suelos y aguas contaminadas, reducen el uso de químicos para tareas de limpieza, control de plagas y enfermedades, y mejoran la rentabilidad industrial con soluciones naturales.