- Regresa la obra que integra música de instrumentos modernos y prehispánicos, cantos en náhuatl, danza y teatro
Bajo el título La Llorona, un cuarto de siglo. Justicia para los caídos, se llevará a cabo durante los meses de octubre y noviembre la ya tradicional representación de una de las leyendas con más arraigo en México, con un espectáculo multidisciplinario, que en esta ocasión mezclará música, cantos en náhuatl, teatro y danza, con nuevas tecnologías enmapping e iluminación.
Con la laguna de Tlílac en la zona chinampera de Cuemanco y los canales de Xochimilco, patrimonio de la humanidad, como majestuosos escenarios, los espectadores serán internados en un viaje al pasado, a través de atmósferas rituales, el reflejo de la luna en las aguas y la naturaleza del lugar, que lo hacen perfecto para la puesta única en el mundo, que además es parte de nuestra historia, pasado y presente.
A un cuarto de siglo de su primera representación, el montaje que hace alusión a la matanza del pueblo xochimilca a manos de los españoles durante La Conquista, con La Llorona velando por sus hijos que han caído, este año tiene “el propósito de conmemorar el aniversario del movimiento del 68, y tener un recordatorio a cerca de un pueblo que bien puede perdonar pero no puede olvidar, para no repetir la historia”, explicó en conferencia de prensa el Director de danza de la puesta, Atl Martínez.
La representación, que este año espera cerca de 40 mil espectadores, contará por sexto año consecutivo con la música en vivo bajo la dirección de Arturo Castillo, quien destacó la utilización de instrumentos prehispánicos como el teponaxtles, huehues, tecoclis, ayacachtlis, sonajas y tambores, además de instrumentos contemporáneos como el violín, la guitarra, el arpa y la marimba, con música de autores como Silvestre Revueltas y la influencia de boleristas como Álvaro Carrillo.
Creada en el contexto de las celebraciones del Día de Muertos en el emblemático lugar de la Ciudad de México, La Llorona transporta el público a ese México que fue, pero que aún está presente en Xochimilco, en una experiencia mística dentro de una de las ciudades más grandes del mundo.
Los asistentes al tradicional espectáculo podrán disfrutar desde las trajineras de esta experiencia artística y cultural, que invita a adentrarse a las atmósferas ancestrales que forman parte de nuestra identidad mestiza, y a conocer la leyenda, declarada en por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial del país e incluida en el Inventario de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México.