Puebla, Puebla.- El presidente electo de Huitzilan de Serdán, Delfino Bonilla Ángel, compañero y amigo de Hernández Pasión, afirmó que Manuel siempre fue un hombre leal a la lucha de las masas más empobrecidas, principalmente de su pueblo natal, pero nunca actuó con discriminación: cada que tenía la oportunidad de apoyar a los municipios aledaños, lo hacía con mucho gusto y alegría.
“Manuel era una persona conocida por todo el pueblo, él logró obtener un gran prestigio por su trabajo y su desvelo por el pueblo huitzilteco, fue un buen hombre. El trabajo de Hernández Pasión es evidente aquí en Huitzilan”, dijo Delfino Bonilla Ángel.
El 10 de octubre pasado, el Movimiento Antorchista reunió en Huitzilan de Serdán a 15 mil antorchistas en un acto de protesta que exigió al Gobierno del estado que encarcele a los autores intelectuales del crimen político.
El mismo día, en Puebla la organización se movilizó con el mismo objetivo: cárcel para los autores intelectuales del crimen que terminó con la vida de Manuel. En la marcha, el vocero nacional de Antorcha, Homero Aguirre, exigió una investigación contra el aún alcalde de Zacapoaxtla, Guillermo Lobato Toral, y contra el cacique Alonso Aco, por las amenazas de muerte lanzadas en La Jornada de Oriente.
En Huitzilan de Serdán recordaron al líder caído con música, danza y poesía. Este primer aniversario luctuoso inició en la casa de Beatriz González Hernández, viuda de Manuel, y culminó en el auditorio Máximo de la Cruz Rivera con un programa político y cultural.
Delfino Bonilla afirmó que el legado que dejó Hernández Pasión para este municipio indígena siempre será recordado y seguido por los habitantes, sus conocidos, familiares y amigos.
“Él siempre decía: yo quiero que todos los huitziltecos estudien, para que tengamos muchos profesionistas aquí en el municipio, y así podamos luchar y podamos defendernos de los caciques que están en Huitzilan y todavía nos quieren seguir pisoteando. Yo creo que con su ejemplo eso se va a cumplir”, finalizó Bonilla Ángel.
Como muestra de su lealtad y cariño, el pueblo de Huitzilan de Serdán recibió a miles de antorchistas, quienes, como un solo hombre, exigieron justicia al Gobierno del estado para que se castigue, como lo marca la Constitución Mexicana, a los autores intelectuales del crimen que terminó con la vida de Hernández Pasión y su escolta Juventino Torres.