Saltillo forma parte de la historia tras lo consumado por Carlos Morales y Fabricio Macías, quienes guiaron a la Selección Mexicana de Beisbol a conquistar el título mundial U-23 en Colombia, tras derrotar en la final a su similar de Japón por 2-1 en duelo que se extendió a diez entradas.
El diestro Carlos Morales subió a la loma como abridor del tricolor, y el serpentinero de los Guerreros de Oaxaca demostró su calidad como vigente campeón de la Zona Sur y subcampeón de la Liga Mexicana de Beisbol, con una joya de pitcheo que fue fundamental para dominar a la peligrosa ofensiva nipona.
El abridor mexicano lanzaba juego sin hit ni carrera hasta el séptimo rollo, hasta que Taiga Matsuo le rompió la hazaña con sencillo al izquierdo. Al final, Carlos Morales trabajó por espacio de ocho entradas, donde solo permitió un imparable sin carrera, no regaló bases por bola y ponchó a seis enemigos.
No obstante, el pitcheo nipón lució dominante frente a los serpentineros verdes, con tremenda labor de Hiroki Kondo, quien no permitió carrera en ocho episodios a pesar de los siete imparables, otorgó un pasaporte y recetó a cinco por la vía del chocolate.
El cero se mantuvo en la pizarra tras nueve entradas, por lo que los extra innings eran obligatorios para definir al nuevo campeón mundial, con la particularidad de que ambas novenas iniciaron el décimo con hombres en primera y segunda.