Miguel Ángel Casique Olivos
Este lunes, en una comida en la zona de Polanco, López Obrador prometió a los empresarios que habrá contratos por 90 mil millones de dólares durante el sexenio que gobernará; así, con esa propuesta, el tabasqueño «aparentemente logró el apoyo de empresarios. También les ofreció que dará obras durante los seis años y con eso afirman algunos políticos y analistas, podría archivarse de manera definitiva el proyecto de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco. Y como a los empresarios lo que les interesa es no perder dinero, sino ganar más, la propuesta no les desagradó en nada.
López obrador garantizó y ofreció a los inversionistas “afectados” más contratos, incluso, está en la declaración, los contratos serán equivalentes a 15 mil millones de dólares por cada año de su administración. ¿Los empresarios se ven contentos y agradecidos con esta propuesta?, no se puede asegurar, pero la realidad nos va diciendo que los verdaderos afectados, siempre son y serán los mexicanos más pobres, aquellos a los que siempre se les ha manipulado y olvidado.
También llama mucho la atención que esos 90 mil millones de dólares son similares al costo total del NAIM, según algunos empresarios a quienes se les consultó, el presidente electo López Obrador dejaría abierta la posibilidad para trasladar de Texcoco a la Base Aérea de Santa Lucía, ¡ojo con este dato! el mismo volumen de obra contratada y quedarse en ese mismo terreno para comenzar trabajos hidráulicos, además de reactivar la terminal área de Toluca y en el reacondicionamiento del actual Aeropuerto capitalino.
Pero eso no sólo habría quedado ahí, López Obrador habría ofrecido, cono una gran baraja, los proyectos de infraestructura del nuevo gobierno como el Tren Maya, construir una refinería y la modernización de seis más, así como contratos en Pemex y en carreteras.
Los 16 empresarios que ayer comieron con Obrador en privado ya «tomaron» acuerdos para que Texcoco se vaya olvidando poco a poco; es más no aseguran que ya como un piloncito del ofrecimiento de AMLO se dijo que se cubrirán los gastos no recuperables que ya fueron ejecutados en Texcoco, los cuales serían de 40 mil millones de pesos.
Los empresarios «están dispuestos» a respetar la consulta ciudadana, pero hay quienes dicen y aseguran, el menos en algunos directivos de medios de comunicación que el Aeropuerto de Texcoco va a seguir y que el gobierno no va a pagar ni un peso; entonces… ¿quién va a continuar con ese proyecto? ¿López Obrador lo dejará, como un regalo como sucedió con el centro histórico cuando fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México? Dos preguntas con respuesta para pensar. Por lo pronto, los empresarios y el gobierno de López Obrador ya se están reconciliando y todo vuelve a la normalidad.
El clímax no político…
Ahora resulta que en la Ciudad de México simplemente los arreglos y adecuaciones en el Cutzamala nomás no salieron como estaban planeados. Así la inversión de 500 millones de pesos, la suspensión de clases y todos los operativos para acopiar agua no sirvieron para nada; y es que el mentado ducto alterno en el Cutzamala fracasó, según declaraciones del director de la Conagua, Roberto Ramírez, cuando se comenzó a bombear el famoso conector que tienen forma de «k» se desplazó cuatro centímetros, por lo que otra vez se tuvo que apagar el sistema completo y el periodo de «corte de agua» se ampliará hasta el jueves de esta semana.
Pero también con este tema algo está medio raro, hay muchos comentarios sobre que en realidad el manejo del tema de la escasez del agua pareciera un cortina de humo para ir ocultando temas como el de los migrantes que ya están en la CDMX y que se sabe el espacio de Ciudad Deportiva será insuficiente; o temas como lo de la misma consulta popular o quizá también los dimes y diretes entre los medios de comunicación y el presidente electo; pero también aquí, como en el caso de los empresarios, pronto veremos que los medios que hoy lo critican, mañana lo alabarán y pondrán sus planas a disposición del nuevo gobierno. Sólo es cuestión de tiempo. Por el momento, querido lector, es todo.