Texcoco, México.- El economista y diputado federal, Brasil Acosta Peña, dijo que aún no hay un cambio de gobierno, pero ya hay efectos negativos en las tendencias económicas del país.
La primera de ellas fue el resultado de la consulta sobre el aeropuerto internacional que provocó que el dólar llegara a los 20 pesos, al tiempo que la bolsa de valores cayó más del 4 por ciento en una sola jornada.
El líder social expresó que los mercados no razonan a la par de las decisiones del equipo de trabajo del próximo presidente electo por lo que “se reducirá la inversión y por lo mismo la creación de empleos; los capitales que no tienen restricciones saldrán del país ejerciendo presión sobre el precio del dólar y, por lo mismo, ejerciendo presión sobre el precio de la gasolina”.
Otras propuestas como la construcción de refinerías, la reducción del ingreso público o austeridad, entre otras, harán más complicado el contexto económico del país, dijo el legislador “Uno de los problemas mayores que enfrentará el país serán los ingresos públicos limitados. Ante una plataforma petrolera disminuida, ha dicho que dejará de exportar petróleo para refinar en casa, lo cual va a disminuir los derechos por la exportación y hará que suba el costo de producir gasolina. Va a reducir drásticamente el IVA y el ISR en la zona fronteriza, lo cual significa menos ingresos tributarios. Ante estas propuestas, va a tener que limitar todavía más el gasto. Como se ve, no hay rumbo”.
Por último el economista y legislador mexiquense agregó que hay poca claridad en las corrientes que guiarán el modelo económico del país en el próximo gobierno, por lo que todo parece apuntar a un nacionalismo económico.
“El nacionalismo económico es un conjunto de medidas que apuntan, supuestamente, hacia la eliminación de la dependencia y la creación de una base económica altamente diversificada. Los gobiernos que han seguido esta línea de Acción han tratado de desarrollar la Industria pesada, concentrándose también en la autosuficiencia alimentaria y en el desarrollo de una minería ligada a esas industrias: petróleo, carbón, acero, uranio, etc. Los acontecimientos de los últimos años han demostrado que el nacionalismo económico rinde pocos frutos en un mundo interdependiente, donde los adelantos tecnológicos se suceden a un ritmo acelerado. El resultado ha sido, casi siempre, la generación de una estructura industrial rezagada con respecto a la competencia internacional que impone altos costos a los consumidores locales”, concluyó.