Miguel Ángel Casique Olivos
Mientras la primera caravana ya está en la frontera, el resto de migrantes sigue recorriendo el país con el mismo destino y aún el presidente estadounidense no ha salido a declarar algo al respecto, pero, dado su estilo, no tarda en dar algunas declaraciones y sabremos qué sucede con este primer grupo. Por lo pronto, este martes 13 de noviembre, la CNN demandó a Donald Trump por la retirada de la credencial al periodista Jim Acosta; la cadena de televisión también demandó a otros cinco integrantes de la Casa Blanca tras la discusión en una rueda de prensa hace unos días.
CNN ha dicho que es injusto que se le haya retirado el pase de prensa al periodista Acosta y argumenta que se violó la Constitución. Lo que sucedió en esa rueda de prensa es que cuando el reportero preguntó al presidente del país del norte, sobre la caravana de inmigrantes centroamericanos que se dirigía a territorio gringo, a Donald Trump no le gustó y ordenó que le quitaran el micrófono; posteriormente su Administración alegó que su decisión de retirar el gafete es porque el periodista «puso sus manos» sobre una becaria.
Pero el presidente Trump no es el único acusado, a él se suman John Kelly, jefe de gabinete de la Casa Blanca; Sarah Sanders, portavoz; Bill Shine, director de comunicación y Joseph Clancy, director del Servicio Secreto que impidió el acceso a Acosta el pasado miércoles por la noche porque su pase había caducado. La cadena argumenta que «si bien la demanda es específica de CNN y Acosta, esto podría haberle ocurrido a cualquiera»; incluso, en su comunicado dice que «Si no los desafiamos, las acciones de la Casa Blanca podrían crear un efecto peligroso para cualquier periodista que cubra a las autoridades electas».
La cadena de televisión sostiene que la suspensión viola los derechos de la Primera Enmienda a la libertad de prensa; también ha explicado que su objetivo es llegar a un acuerdo con la Casa Blanca para que Acosta pueda regresar a su trabajo como corresponsal y que figure por escrito que no se le retirará su credencial en el futuro. Entre los argumentos legales a favor de CNN está que el Servicio Secreto -responsable de la concesión de acreditaciones- solo puede expulsar a un periodista de la Casa Blanca en el caso de que exista una amenaza física para el presidente o su familia. La jurisprudencia al respecto, especifica que, antes de retirar un pase de prensa, «el periodista tiene que recibir un aviso, debe tener la oportunidad de responder y debe recibir por escrito los argumentos de la Casa Blanca sobre lo que está haciendo y por qué», y esto no ha ocurrido.
De alguna manera le prensa mundial y el poder político han tenido últimamente conflictos que deben resolverse por la vía de entender el papel de cada uno; por un lado los políticos en todos los niveles deben saber que al asumir el cargo como representantes de los ciudadanos están expuestos a ser cuestionados por la prensa sobre los temas políticos, económicos y sociales que atañen al país; por otro lado en algunos lados, una parte de la prensa también se ha vuelto acosadora y ha querido ir más allá de sus funciones.
Si en pleno siglo XXI comenzamos a ver algunos conflictos entre la prensa y los gobiernos (en México Obrador vs el periodista Carlos Loret) es que algo hay de fondo y no es otra cosa que inestabilidad e inconformidad de algún sector de la sociedad contra sus gobernantes; el periodismo nacional y mundial debe ser respetado como cualquier otra profesión y debe contar con el respaldo de la opinión pública, pero para que esto ocurra la ciudadanía se debe sentir representada por ese periodista o medio informativo y dejar de servir a intereses de algún sector del poder.
Para tal razón, la prensa debe dejar de sentir su profesión como una fuente de influencia y privilegio y la debe entender como un recurso para dar voz a quienes nunca la han tenido; o como una herramienta para contribuir a terminar con las injusticias. Por ahora lo que vemos es que la prensa sigue representando en algunos lugares del planeta a una parte del poder y le es fiel a quién le garantiza existir; aún así, el respaldo a los periodistas agredidos debe ser total y se les debe dejar realizar su trabajo.
El clímax no político…
Entre ayer y hoy se ha anunciado en ruedas de prensa que el Movimiento Antorchista realizará la edición número 19 del Encuentro Nacional de Teatro 2018; un evento que se llevará a cabo en el emblemático Teatro de la Paz y el Centro de Difusión Cultural. Ahí, durante los días 16, 17 y 18 de noviembre, se verán cerca de tres mil actores y 50 puestas en escenas; a la par se realizará el XIV Concurso Nacional de Pintura donde se expondrán alrededor de 150 obras.
La organización social fomenta la cultura con objetivos claros; primero, porque esta tarea ha sido olvidada por los gobiernos en sus tres niveles, federal, estatal y municipal; y, segundo, porque bajo el impulso del arte se busca transformar al individuo, haciéndolo más sensible ante los problemas sociales con los que se enfrenta como la pobreza, inseguridad, corrupción entre otros; al hombre, con estos encuentros, se le educa para que pueda tomar las acciones encaminadas al cambio social, a la transformación de su entorno.
Entre algunas de las puestas en escena que los asistentes podrán apreciar se encuentran: “El jardín de los cerezos” de Antón Chéjov; “El mercader de Venecia” de William Shakespeare; “Nathan el sabio” de Gotthold Ephraim Lessing, entre otras; algunas de ellas, se ha anunciado, serán transmitidas a través del portal de internet de la organizaciónwww.movimientoantorchista.