Miguel Ángel Casique Olivos
Chimalhuacán, desde hace 18 años, cuando lo comenzó a gobernar el Movimiento Antorchista con su primer presidente, -uno de los políticos más reconocido y destacado en el Estado de México, el biólogo Jesús Tolentino Román Bojórquez-, está teniendo dos revoluciones, la que está cambiando la vida material de los chimalhuacanos con la realización y ejecución de grandes obras de impacto social como escuelas, deportivos, planetarios, pavimentaciones, teatros, introducción de servicios como luz, agua potable y salud; y la que está cambiando la vida espiritual de sus habitantes, pues los está haciendo mejores hombres y mejores mexicanos que entienden la realidad y están dispuestos a seguirla cambiando para ellos y sus familias.Antes del año 2000, Chimalhuacán era un «basurero». El drenaje circulaba por las calles, las aguas negras corrían y sólo había una o dos avenidas pavimentadas, pero llenas de baches; ahí, en ese municipio que había sido olvidado por las políticas de los gobiernos priistas y caciquiles (principalmente bajo el control de Guadalupe Buendía, “La Loba”) se escaseaba el agua potable y la basura se recogía en carretones jalados por asnos o por caballos porque no había servicio de recolección de basura; era un basurero y de eso dan cuenta los mismos habitantes que hoy con alegría y entusiasmo presumen el progreso y bienestar sociales del municipio.
La situación se narra en la página 71 del libro «Chimalhuacán. De ciudad perdida a municipio Modelo» del escritor Alejandro Envila Fisher, donde describe que «Si algo distinguía a Chimalhuacán hasta el año 2000 era su condición de marginación y pobreza urbanas. Ese rostro se materializaba, de manera primordial y generalizada, en sus calles polvorientas y enlodadas, según la época del año. Tierra, basura y lodo eran lo más característico de su paisaje urbano. Las calles sin pavimento era lo más visible y distintivo de la comunidad».
En el mismo texto, se dice que «En los años 2000 y 2001, cuando arrancó la transformación con el proyecto encabezado por Jesús Tolentino Román, empezó una etapa de mucha obra pública… fue justo en esas calles de tierra y lodo, ya con Tolentino Román al frente del municipio, donde inició la etapa que representa el cambio de rostro de Chimalhuacán».
La mucha obra pública ha continuado desde esos años y ayer lo demostró el alcalde Cesar Álvaro al señalar que se realizaron durante este último año de la administración, 216 obras, en promedio 1.7 por día, algo que ningún municipio del Estado o de todo México podría presumir. Dado el limitado espacio de esta columna, bastarán un unos cuantos ejemplos para ver las obras que se realizaron en este 2018.
En educación el municipio cuenta con 8 instituciones a nivel superior y ahí se siguieron desarrollando acciones para los alumnos, se alfabetizaron 5 mil 346 personas, se entregaron 3 mil 400 becas, se realizó la IX Feria de libro con 50 casas editoriales y reunió a 32 mil participantes, se inauguró el Planetario Municipal con una inversión de 49 millones de pesos y se construyó el primer edificio de la Universidad Politécnica del municipio que alberga ya a más de 666 alumnos. En cultura, se impulsó el Carnaval 2018, el Festival Internacional “La Danza en México une al mundo” con grupos y ballets de Argentina, Colombia e Italia y se presentaron mil 159 eventos culturales, cuatro eventos por día; la edición XIV del “Festival Internacional de Poesía Abbapalabra” es otro exitoso evento donde la población participa activamente con artistas y escritores de Europa y de Latinoamérica.
En desarrollo social se entregaron 22 mil apoyos a grupos vulnerables, 2 mil 530 acciones de vivienda, se rehabilitaron 3 mil 800 casas, se dio empleo temporal a 4 mil chimalhuacanos, se entregaron apoyos a 8 mil 960 personas de la tercera edad; se sirvieron 6 millones 450 mil desayunos a infantes del municipio y en 34 comedores comunitarios se brindaron 2 millones 195 mil raciones de alimentos.
La obra pública realmente es impactante: áreas recreativas en colonias San Lorenzo y Fundidores, construcción de mercados y una subestación de bomberos, se rehabilitaron 598 calles, se amplió el Parque Ecoturístico “El Chimalhuache” y está en proceso la construcción de un aviario, laguna y granja didáctica, con esto se han beneficiados 787 mil habitantes. Chimalhuacán también cuenta con 81 centros deportivos y gracias a ello participó en 13 competencias nacionales e internacionales donde obtuvo 24 medallas, 11 de oro, 8 de plata y 5 de bronce. Y en cuestión de salud, la autoridad brindó 115 mil 660 servicios de consulta médica general, 34 mil 280 dosis del cuadro básico de vacunación, 17 mil estudios de optometría y audiometría, 94 mil 185 consultas dentales, 170 mil 890 terapias de rehabilitación con unos 62 mil 340 estudios clínicos y se inauguró el Hospital General San Agustín con una inversión de 105 millones de pesos.
La realidad en el municipio es otra, muy pocas alcaldías del Estado de México podrían presumir de realizar tanta obra como la que a diario se ve en Chimalhuacán; incluso, este podría ser el único lugar donde su alcalde y sus alcaldes, desde el año 2000 a la fecha, no mienten, porque las obras y los trabajo ahí están, todo en beneficio de la comunidad y la realidad así lo grita. Chimalhuacán con el trabajo de 5 administraciones es otro, es un municipio modelo y de vanguardia que puede presumirse en todo el país
Y aunque el proyecto «Nuevo Chimalhuacán» es la síntesis de la realidad de un pueblo progresista, de cambio y transformación, también es un desarrollo que ha sido posible con la participación de miles de habitantes que trabajan diariamente por ese municipio; muchos políticos priistas, morenistas, perredistas y panistas no lo quieren ver así; prefieren seguir aplicando el silencio para estos grandes ejemplos de una nueva formar de gobernar; una política que sale de los políticos y líderes del Movimiento Antorchista, una organización política que ya no se puede ocultar o ignorar, y el que lo intente se pude llevar una buena sorpresa.
En Chimalhuacán no hay manera de mentir o de engañar, pues se puede comparar una cosa con otra; el presidente municipal no miente porque Chimalhuacán ha cambiado y tiene un nuevo rostro; sus habitantes son mejores hombres y mujeres; los cambios positivos, los avances en cultura, salud, alimentación y en deporte se han ido metiendo en el alma de la gente, que la va transformado y la va haciendo un mexicano diferente y nuevo, más solidario y más humano con él y sus semejantes.
El clímax no político…
Ya habíamos comentado que había incertidumbre y temor porque se bajen lo sueldos para el siguiente año, al menos así parece para los funcionarios del Poder Judicial de la Federación quienes cerca de tres mil ya presentaron demandas de amparo en contra de la Ley de Remuneraciones, en la que se dice que ningún funcionario puede ganar más que el Presidente de México.
¿Cómo va a sortear esto el nuevo presidente?, ¿los inconformes entre los que hay alrededor de 700 jueces y magistrados de toda la República, pertenecientes a la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del PJF, van a ganar o López Obrador les aplicará le Ley? Por lo pronto, quienes esperan que la Suprema Corte de Justicia de la Nación atraiga los juicios y resuelva en definitiva el futuro de la legislación impulsada por Morena, están nerviosos y dicen llegar hasta donde sea. Ellos se amparan en que la Constitución federal establece que el sueldo de los magistrados, ministros y jueces no puede ser reducido mientras permanezcan en el cargo, como parte de las medidas para garantizar su independencia. Por el momento, querido lector, es todo.