- Centralización del poder afectará a los mexicanos, principalmente a los más pobres
Como parte de la política del presidente Andrés Manuel López Obrador, están en marcha diversos proyectos de infraestructura y programas sociales a los sectores más vulnerables. Que si bien diversos se aplicaron en la anterior administración, en la actual se incrementaron haciendo énfasis en la entrega personalizada, mediante tarjetas, esto en nada resuelve de raíz la pobreza y la desigualdad como tanto lo ha pregonado el Presidente.
Y aunque ha criticado al modelo económico neoliberal como la razón principal de la pobreza -un diagnóstico hasta cierto punto correcto y certero-, en los hechos, no está atacando ese modelo, ha señalado Aquiles Córdova Morán, líder nacional del Movimiento Antorchista, quien asegura que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN) fallaron en la solución de los problemas de México; ahora, el riesgo también es para Morena y por lo que se ha visto en los primeros días de gobierno. Aplicar la medicina correcta es el reto de la administración lopezobradorista, destacó en entrevista.
Francis Martínez (FM): En estos días está en discusión el Proyecto de Presupuesto 2019, ¿temen que la exitosa labor de gestoría de Antorcha se vea bloqueada?
Aquiles Córdova Morán (ACM): El proyecto político del actual Gobierno y su partido es mantenerse en el poder durante mucho tiempo, eso no está mal; lo que ya no es digno de elogiarse es la forma en que lo quieren hacer: centralizando todo el poder, todas la decisiones políticas y económicas para que la gente sienta de una manera plástica, indudable y obvia, que todo se lo está dando el Gobierno, el partido del gobierno; esto tiene como consecuencia que ellos no quieren que haya gestoría o participación verdadera de la gente planteando sus demandas de manera organizada, logrando respuestas a sus problemas, a sus carencias, pero fruto de su organización y de su lucha, de su propia participación en la vida política del país.
Para evitar que la gente participe y logre obtener soluciones y que en vez de agradecerle al Gobierno sienta que es su fuerzo, es su unidad, conciencia y solidaridad popular la que verdaderamente la está salvando; para evitar que la gente caiga en esta conciencia es que le niegan de antemano la solución a las demandas que pueda plantear la gente al margen de las instituciones.
Entonces me temo que haya una premeditada política de bloqueo a las demandas de abajo hacia arriba, se van a resolver las demandas de arriba hacia abajo, se van a resolver las demandas que los de arriba quieran o que los de arriba creen que le deben resolver a la gente, pero le van a quitar a la gente el derecho de plantear lo que ella quiere, lo que ella necesita y le van a prohibir que lo haga de manera organizada y politizada, es decir, tomando conciencia de su capacidad para resolver sus propios problemas. Eso me hace a prever que va haber una negativa, marginación e intento de negar las demandas de la gente y ésta se inmovilice y se quede esperando que todo baje de arriba hacia abajo.
FM: ¿Cómo va la relación con la nueva administración federal? Ustedes (como Antorcha) han señalado que la crítica al modelo neoliberal del actual mandatario es correcta, pero tienen sus diferencias.
ACM: El diagnóstico es correcto, pudiera yo decir que no tiene desperdicio. Lo que oímos del Presidente el 1 de diciembre, cuando tomó posesión, fue un diagnóstico crudo y duro pues no mintió en cuanto a los factores negativos que integran la realidad nacional, pero la enfermedad no se cura con el diagnóstico, se cura con la medicina; el problema es que después de un diagnóstico muy claro y muy preciso, la medicina que se recetó no ataca el verdadero problema. Realmente, aunque se hagan proyectos como el Tren Maya, el ferrocarril que va a unir a Coatzacoalcos con Salina Cruz, es decir, el Atlántico con el Pacífico; el millón de hectáreas, que se dice, se van a reforestar, o la zona de comercio que se va abrir en la frontera norte, la refinería en Dos Bocas, aunque esas obras se lleven adelante, eso no está resolviendo el problema del país que es la gran desigualdad y pobreza que hay, derivados del modelo económico que el Presidente caracterizó con mucha exactitud.
FM: ¿Cuál es el daño principal del modelo neoliberal?
ACM: El modelo económico produce mucha riqueza, pero no la reparte, la concentra. Este fenómeno es cierto a nivel mundial y a nivel de México no podía ser de otra forma.
Nosotros somos la 14va economía del mundo, es decir, una economía grande y que produce mucha riqueza; sin embargo, de 130 millones de mexicanos, alrededor de cien viven en la pobreza porque la riqueza está concentrada en unas cuantas manos y eso es el fruto más obvio, visible, brutal e inhumano del neoliberalismo; la desigualdad y la pobreza que genera. ¿Cuál es el remedio entonces? Muy fácil y muy sencillo, repartir la renta nacional. Es repartir mejor el ingreso nacional, no quitarles su dinero a los ricos. El presidente López Obrador no ha propuesto nada que vaya en este sentido. Se han propuesto cosas como darles becas a los estudiantes, mejorar la pensión de los ancianos, educar a los ninis (que tampoco se dice qué van a hacer con ellos después de que los eduquen, pero ese es otro problema), eso puede gustarle a la gente, ayudarle, pero eso no reparte la riqueza, eso no ataca la causa de fondo.
Y entonces, ahí es donde nosotros pensamos que es necesario estar atentos y vigilantes; es necesario seguir organizados, educándonos y concientizándonos porque si las medidas que se proponen no resuelven el problema, entonces el problema se va a seguir agravando. Y la pregunta es, ¿qué va hacer el país y los mexicanos? Ya falló el PRI y el PAN, ahora puede fallar Morena. La gente tiene que saber que hay una organización que ve las cosas mejor, que conoce el diagnóstico junto con el remedio y que está dispuesta a aplicarlo; esa organización se llama Antorcha Revolucionaria.
FM: ¿Qué aprendizajes debe tomar la nueva administración de izquierda de los casos como Argentina y Brasil, en la región latinoamericana?
ACM: Lo que las experiencias de Argentina, Brasil, Ecuador y Bolivia nos dicen es que cuando los verdaderos problemas de la gente, que son los que yo he enumerado, no se resuelven y simplemente se emprenden medidas que sí le ayudan pero no resuelven el problema, son medidas que incomodan a las fuerzas que dominan en el sistema y provocan la reacción de las fuerzas poderosas del sistema, la reacción de los verdaderos dueños del poder económico y entonces viene la reacción, el contragolpe y eliminan a los gobiernos que intentan, pero sin llegar al fondo de las cosas, mejorar las cosas. El contragolpe no es solamente “quítate y ya”, sino que ahora cierran más los candados, aprietan más las tuercas del sistema, es decir, vamos para atrás, se impone una corriente más severa y enérgicamente derechista para evitar que se vuelva a intentar una aventura de izquierda.
El problema de fondo, en esos países, es que no resuelven las demandas de la gente, se le dan dádivas y no se le organiza, educa, concientiza y la gente se acostumbra a recibir, y cuando eso ya no ocurre simplemente la gente le da la espalda al Gobierno. Y entonces viene la derecha, vienen las fuerzas de la derecha y arrastran el voto, la simpatía de la gente hacia atrás, que es lo que estamos viendo en Brasil.
¿Cuál es el temor que tenemos nosotros en México? Que las medidas que se están tomando no atacan el problema de fondo y si lo atacan y se intentan medidas superficiales, están inconformando a la gente del dinero, tampoco hacen que el pueblo se organice y concientice. Realmente nos estamos preparando y enfilando hacia un regreso, hacia un contragolpe, como ha ocurrido en Argentina, Ecuador o Brasil. Ese peligro existe pero no digo que así vaya a suceder. Todavía no sabemos, siendo honestos, qué es lo que realmente vaya a hacer el actual Gobierno porque está empezando; pero ciertamente ya hay cosas que nos permiten no sentirnos muy tranquilos, pero yo creo que la buena fe y la inteligencia y la honestidad nos aconsejan esperar, vamos a ver hasta dónde llegan las cosas.
FM: Está por concluir el 2018, un año complicado, sin embargo, esta organización tiene un trabajo permanente con los sectores más desprotegidos, ¿cómo cierra este año?
ACM.- El programa de trabajo de Antorcha no varía mucho. Recoge las demandas esenciales de la gente, de la mayoría del pueblo trabajador que difícilmente se van a poder resolver o remediar en plazo de uno, tres o seis años; es un mundo de miseria y carencias sobre las que tiene que trabajar Antorcha y por lo tanto, desde su nacimiento hasta la fecha, seguimos defendiendo y trabajando en lo mismo. Hemos avanzado y tenido logros importantes, mucha gente ha mejorado su nivel de vida, pero el volumen de las carencias y el tamaño de la población marginada del país es muy grande. Cerramos este año con algunos éxitos y logros que benefician a mucha gente, pero la lucha sigue adelante. Es una oportunidad para hacer un balance de lo que hemos hecho como movimiento de masas organizadas.