Por: Guadalupe Orona Urías
El acoso, persecución, encarcelamiento y las amenazas desde el poder, acciones todas emprendidas por la actual administración estatal que encabeza el gobernador Omar Fayad, contra el Movimiento Antorchista hidalguense, duraron dos años. Sin embargo, en los últimos meses, pero sobre todo, en estos días de “amor y paz”, se ha echado a andar una nueva estrategia, se ha puesto en práctica en nuestra actual democracia un verdadero terrorismo de Estado: amenazas de muerte se ciernen sobre varios dirigentes y activistas de Antorcha en la entidad.
El lunes 10 y martes 11 de diciembre llegaron, como en cascada, vía mensajes de texto, a los teléfonos de varios dirigentes locales y activistas de nuestra organización en la región centro del estado, amenazas de muerte, que a la letra dicen:
“AHORA SÍ BUSCA RESANDERO, QUE PARA EL 24 ESTARÁS EN EL CIELO”; “SI SIGUES AHY TU TAMBIEN AL CIELO PUEDES IR”, “DISFRUTA TU ULTIMA SEMANA EN LA TIERRA DANI MORIRAS”, “ DISFRUTA LA SEMANA HERMANO QUE PARA LA SIGUIENTE ESTARAS COMO TU PAISANO” (respetando ortografía y sintaxis original).
Después de un rastreo de los números telefónicos remitentes de dichos mensajes, resulta que su ubicación actual fue localizada en la Penitenciaria del estado de Hidalgo y dentro del CERESO de Tula; es decir, es evidente que dichas amenazas salen de una institución gubernamental, y también está claro que no viene de una organización delincuencial, pues los jóvenes dirigentes amenazados son muchachos sanos, líderes de sus paisanos, que no tienen ningún nexo con la delincuencia, organizada o no.
Estas nuevas amenazas políticas se dan, como en ocasiones anteriores, en el contexto de incumplimiento a los acuerdos de atención y solución a las demandas de infraestructura básica, vivienda, educación, salud, etcétera, por parte del gobierno del estado y de exigencia de nuestra parte para que sean atendidas; se presentan bajo el mismo propósito que tienen, desde hace mucho tiempo, los poderosos de Hidalgo: acabar por disolver a la organización de los pobres de México, para que no haya en todo el territorio estatal quién se ponga a la cabeza de los hidalguenses para reclamar atención a sus muy justas demandas. El gobierno del estado, hoy representado por el Lic. Omar Fayad Meneses, prácticamente ha hecho de todo para liquidar a Antorcha, desde negar la solución a las demandas planteadas de manera reiterada, en clara violación a nuestros derechos y a la propia constitución, ensayar el intento de sobornar, comprar a los dirigentes principales de la entidad, ha empleado la represión policíaca y la cárcel para dirigentes y antorchistas en general; es decir, la represión administrativa y física, todo con el claro objetivo de terminar con Antorcha, por ser la única organización que de manera legal, pero valiente, reclama justicia social para los más de un millón y medio de hidalguenses que viven en la pobreza, mientras la clase gobernante vive en la opulencia.
Pero, a pesar de toda la represión, del bloqueo administrativo premeditado del actual gobierno para frenar a Antorcha, nuestra organización sigue avanzando, sigue aumentando su membresía, es decir, no han logrado su propósito, de tal forma que, ahora se vuelven más siniestros, más perversos y han iniciado una nueva campaña de terror para amedrentar a las juventudes antorchistas, partiendo de la malévola idea de que al doblegar al activismo, columna vertebral de la organización, no habrá quién pueda organizar a los pueblos y colonias populares; meter miedo para tratar de provocar una desbandada de esos valientes y nobles corazones que luchan cada día con denuedo para sacar a su pueblo de la ignorancia y marginación en que vive.
El antorchismo hidalguense y nacional exige un alto inmediato a esta nueva ola de amenazas políticas y forma para ejercer el poder y exigimos la intervención enérgica del propio gobernador para poner en claro y conocer de qué oficina de Palacio de Gobierno emana tan macabra orden; asimismo, demandamos de la Procuraduría de Justicia del Estado, donde se interpuso la denuncia correspondiente, una minuciosa investigación para dar con los responsables y que garantice la seguridad y vida de los jóvenes dirigentes antorchistas amenazados.
Asimismo, solicitamos atención inmediata a la problemática de cientos de comunidades, planteadas ante el propio ejecutivo del estado y a las distintas secretarías de gobierno en tiempo y forma, y, cumplimiento a los pocos, pero relevantes acuerdos convenidos con el señor gobernador y varios de sus secretarios. Los antorchistas únicamente buscamos un cambio legítimo de las condiciones denigrantes en que la pobreza y la injusta distribución de la riqueza nacional han mantenido sometidos a millones de mexicanos. Respeto, solución, seguridad y que se gobierne sin distingos para todos los hidalguenses, sólo eso demandamos.