Cuando Juan Guaidó, el líder de Oposición, fue brevemente detenido por agentes de la inteligencia venezolana el mes pasado, algunos vieron a otro Gobierno en acción.
“Esta agencia es controlada y dirigida por opresores experimentados enviados por #Cuba y estos tipos de tácticas son métodos de libro de texto utilizados por el régimen cubano”, expresó Marco Rubio, el Senador estadounidense de Florida, vía Twitter.
Cuba parece alzarse imponente sobre la crisis política que agita a Venezuela al tiempo que el Presidente Nicolás Maduro enfrenta un robusto desafío de Guaidó, quien se ha declarado Presidente interino.
La Nación isleña es un aliado de mucho tiempo de Venezuela y su partidario más grande en la región. El Gobierno del Presidente Miguel Díaz-Canel ha ofrecido a Maduro su “solidaridad inquebrantable” y llamó a la zozobra política de Venezuela “el intento por imponer un golpe de estado, un gobierno títere al servicio de Estados Unidos”.
Sin embargo, en opinión de muchos de los oponentes de Maduro, Cuba tiene la culpa en gran parte de la resistencia del Presidente venezolano en el cargo. Apuntan a la presencia de agentes cubanos en el País —espías, asesores políticos y de inteligencia, agentes de contrainteligencia, capacitadores militares— y afirman que han apuntalado a Maduro al ayudar a suprimir la disidencia.
María Corina Machado, líder de la Oposición venezolana, dijo que la presencia de cubanos en las fuerzas armadas venezolanas era “inaceptable”. El Gobierno cubano, insistió, “debe entender que tiene que soltar a Venezuela”.