ESTÉNTOR POLÍTICO
Miguel Ángel Casique Olivos
Mientras que López Obrador se reúne con la Iniciativa Privada (IP), al presentarse este lunes 18 de febrero el Consejo para el Fomento a la Inversión, el Empleo y el Crecimiento Económico, y en donde pidió que lo apoyen para crecer el 4 por ciento, muy rápido se corre la noticia de que unos ocho delegados federales del gobierno morenista perciben un salario por arriba de los gobernadores de sus respectivos estados.
¿Y el gobierno de austeridad?,¿y dónde quedó la línea de que todos los hombres del gabinete, comandados por su capitán el presidente López Obrador deben ser austeros? El superdelegado que más gana y con recursos públicos, es Manuel Rafael Huerta Ladrón (así se apellida no sean malpensados) de Guevara, en Veracruz; su percepción mensual neta es de 131 mil 19 pesos, mientras que el gobernador, por cierto, también morenista de ese estado, percibe un salario de 76 mil 126 pesos.
María Cristina Cruz, delegada federal en la CDMX con 9 millones de mexicanos, tiene un ingreso de 87 mil 155 pesos al mes, unos 13 mil 214 pesos más que Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Metrópoli y que algunas cosas, a diferencia de otros políticos morenistas, anda queriendo realizar “buenas acciones” en esta urbe.
Otros delegados que ganan más que los gobernadores están por ejemplo; el de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, con un sueldo de 87 mil 154 mientras que el mandatario estatal Francisco Vega gana 49 mil 814; En Jalisco el delegado Carlos Lomelí Bolaños gana 89 mil 717 y el gobernador Enrique Alfaro 86 mil 116; en Chiapas José Aguilar Castillejos percibe 87 mil 155 contra 31 mil 886 del gobernador Rutilio Escandón.»Especial» Salud,
«Especial» Salud,
Y en estados muy pobres como Guerrero e Hidalgo también existe esa diferencia entre lo que se dice y la realidad; en el primer estado el delegado Pablo Amílcar Sandoval gana 87 mil 155 y el gobernador Héctor Astudillo 73 mil 953; en el segundo, gobernado por el priista Omar Fayad el delgado gana 87 mil 155, 11 mil 816 menos que Abraham Mendoza Centeno, delegado morenista enviado por López Obrador y en Sinaloa las cifra son similares, el delegado obtiene como sueldo 87 mil 155 y el gobernador Quirino Ordaz 75 mil 878.
Pero, querido lector, si creía que ya era todo, no lo es, pues el coordinador nacional de esos superdelegados, Gabriel García Hernández, que está directamente en la Presidencia de la República y depende de ahí, gana un sueldo similar al de López Obrador, 107 mil 198 pesos.
Los delegados los nombró directamente el presidente López Obrador el 1 de diciembre, antes de que rindiera protesta como presidente de México, la nueva figura en la administración Pública Federal busca, según, simplificar la parte administrativa y conservar solo las delegaciones que sean necesarias, pues en gobiernos anteriores, existían 2 mil 300 delegaciones, subdelegaciones y oficinas de representación de diversas dependencias que servían de enlace y operación entre las dependencias federales y los gobiernos de cada entidad.
La intención con esta figura es buena, pero las funciones que deben realizar y la operación que deben realizar aún está en discusión y no se sabe si será eficiente o ineficaz; pero si tomamos en cuenta los frentes de inconformidad que se han abierto en varios estados del país y las crisis que ha tenido medio sortear el presidente López Obrador, no es difícil concluir que los superdelegados sirven poco o muy poco; eso sí, ganan más que los gobernadores, pero desempeñando menos funciones que ellos. Esta es la famosa austeridad del nuevo gobierno.
El clímax no político…
Y que la Guardia ya casi va, es lo más seguro y eso nos dicen luego de que ayer en las comisiones unidas fue avalado, pero además se sabe que las decisiones han divido a las fuerzas priistas; mientras que los senadores del tricolor se manifestaron en contra, gobernadores de ese partido se reunieron con el gabinete de seguridad para cerrar filas y es que los senadores del Institucional, en bloque con los del PAN, MC, PRD y el senador Emilio Álvarez, exigieron modificaciones al dictamen porque no aceptan el mando civil-militar. Por el momento, querido lector, es todo.