Miguel Ángel Casique Olivos
Algo raro está pasando en la política estatal con algunos gobernadores tal es el caso de Hidalgo, que encabeza el priista Omar Fayad Meneses y el de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa; ambos mandatarios en los últimos días han mostrado ineficacia política para atender las demandas de sus gobernados que no son otra cosa que la solicitud de obra social como drenaje, pavimentaciones, luz eléctrica, apoyos para vivienda, educación y hospitales en algunos lugares.
Este miércoles sucedieren dos hechos; el primero fue en Oaxaca, pues tras una movilización de 2 mil personas para solicitar intervención de Héctor Anuar Mafud, Secretario General de Gobierno para atender las necesidades de al menos unos 20 mil oaxaqueños, por tercera ocasión el funcionario no atendió a la dirigencia antorchista que encabeza el líder social Dimas Romero; ah, pero eso sí, nos comentan, de inmediato salieron en algunas cuentas de facebook, de supuestos periodistas, que con unas cuantas decenas de seguidores, se dieron a la tarea de atacar y denigrar a la organización antorchista, sin presentar, como siempre ninguna prueba, no había ninguna duda que esta operación era realizada desde la misma oficina de Anuar Mafud; la pregunta obligatoria es, ¿qué envalentona al señor Secretario de Gobierno Héctor Anuar como representante directo del señor gobernador Alejandro Murat?
Tras la marcha, no hubo otra cosa más que promesas de diálogo y de reuniones, pero la dirigencia antorchista y los miles de oaxaqueños organizados ya conocen bien estas maniobras (pues en reiteradas ocasiones los funcionarios han hecho lo mismo) y han señalado que no van a retroceder en su lucha y seguirán exigiendo un ambiente de justicia, de paz y tranquilidad para los que producen con su fuerza y su sudor, las riquezas que sostiene a Oaxaca y a México entero.
Ayer, Romero González, joven luchador social limpio y honrado y no como algunos pseudoperiodistas quieren hacerlo ver ante la ciudadanía, dijo que Antorcha va a defender los derechos de los ciudadanos al precio que sea y parafraseó a un poeta cuando dijo que ¡la justicia y la libertad no se imploran, se exigen! y el pueblo no puede ni debe lamer como perro la mano que lo ata, el pueblo tiene que educarse y defender sus derechos hoy más que nunca, porque en el país hay tiempos difíciles y los pobres son víctimas del engaño de otros hombres.
De Oaxaca nos trasladamos a Hidalgo, donde también este miércoles se dio mucho de qué hablar del gobernador priista Omar Fayad, pues resulta que la Policía Bancaria Industrial detuvo a tres maestros antorchistas: Ermida Anaya Ascensión, César Santiago Santiago y César Enrique Chávez Carpio; los mantuvo privados de su libertad durante ochos horas y media, de 4 de la tarde hasta las 12:30 de la mañana, y cuando cientos de sus compañeros se presentaron ante el gobierno del estado para denunciar los hechos, llegaron policías en motopatrullas para encapsular a los colonos y compañeros de los detenidos.
El gobierno de Omar Fayad ha sido un gobierno que se ha caracterizado por usar la violencia y la represión, así se ha visto, por ejemplo, contra comerciantes y con otros grupos sociales. Pero en Hidalgo además hay mucha miseria y pobreza, por ejemplo, existen alrededor de 600 mil hidalguenses que no tienen acceso a los alimentos; un estado que ocupa el séptimo lugar entre los estados más pobres del país.
Omar Fayad en campaña prometió que 300 poblados con más de 100 habitantes serían cubiertos en materia de servicios básicos, educación y salud para grupos vulnerables, esa fue parte toral de la oferta política del priista; sin embargo, a más dos años de esa promesa, no se ve ningún avance, ni siquiera a un 2 o 3 por ciento; pero eso sí, la represión política va en aumento, en esto sí hay avance.
Tanto en Hidalgo como en Oaxaca ¿qué les da valor a los dos gobiernos priistas de Omar Fayad y Alejandro Murat? En Oaxaca el conflicto con CATEM y Libertad está fuera de control, los asesinatos en la Cuenca y, sin exagerar, cientos de conflictos agrarios pronto pondrán en jaque al gobierno estatal. En Hidalgo la inseguridad está al alza, la falta de empleo se incrementa a pesar de la supuesta inversión millonaria anunciada; por cierto habría que investigar a dónde se está yendo este recurso que es de los hidalguenses y no del gobierno estatal.
En Hidalgo y Oaxaca los gobiernos quieren seguir un mal ejemplo, el del presidente de la República que piensa que atacando y enfrentando a las organizaciones lo harán más fuerte y que no pasará nada; a diferencia del nuevo gobierno morenista federal, el de Hidalgo y Oaxaca, saben perfectamente que Antorcha no es de chocolate para derretirse y que tampoco se puede eliminar como una mosca de un periodicazo. Bien harían en entablar diálogo con soluciones reales, de no hacerlo, el pueblo organizado se hará presente y nada ni nadie lo detendrá.
El clímax no político…
De mal en peor… Así se ve la política morenista al gobernar; no hay grupo, individuo o institución, sea empresarial, de oposición, religiosa o de la sociedad civil, que una vez que se manifiesta contra la política errónea que está implementando el gobierno e AMLO, es perseguido y amenazado, o como señaló un diario nacional lo ponen en la mira y se pretende castigar, como hoy sucede contra las calificadoras de crédito, que recordemos, hace cinco días después Standard & Poor»s cambió la perspectiva crediticia de México de estable a negativa, así como las de Pemex y de la CFE; aunque no sólo fue esa calificadora, sino que, previamente, Fitch y Moody’s hicieron lo mismo con la calificación de Pemex. El gobierno prefiere echarle más gasolina al fuego político, en lugar de tratar de sofocarlo; cuando la llama y el fuego sea muy grande, ya ni con agua podrá apagarlo. Por el momento, querido lector, es todo.