ESTÉNTOR POLÍTICO.
Miguel Ángel Casique
Han pasado los primeros 100 días de gobierno de Andrés Manuel López Obrador y se sabe que el presidente va a repartir 200 mil millones de pesos, vía programas monetarios y directamente (esquema que en muchos países ha fracasado) a la gente; esto luego de que concluya su famoso censo que en algunas entidades como el Estado de México, Puebla y Oaxaca ya ha estado fracasando, debido a que sólo se levanta en una parte muy pequeña de la población y no alcanza a cubrir ni el 20 por ciento de los necesitados.
Donde no está muy claro qué es lo que pasará, al menos así lo han hecho saber economistas, analistas y especialistas en la materia, es con la obra pública que el gobierno debe realizar, como pavimentaciones, electrificaciones, aguas potables, salud, educación, vivienda, espacios deportivos y culturales, etc.
Se ha dicho por parte de esos especialistas que esas obras no se harán porque simplemente no hay recursos para realizarlas; y efectivamente, en el Presupuesto de Egresos 2019, no se contemplaron partidas para resolver estas necesidades de la población, a pesar que desde los días 21, 22 y 23 de diciembre, organizaciones sociales encabezadas por el Movimiento Antorchista, se manifestaron en contra del recorte presupuestal a esos programas.
En esos días solicitaron a los diputados que se tomara en cuenta la petición de millones de mexicanos; el mismo Presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados, Mario Delgado y Lilia Aguilar, encargada de atender a las organizaciones sociales desde la Secretaría de Gobernación federal, simplemente no han dado respuesta a las peticiones; es más, se sabe que ya han cancelado y pospuesto varias reuniones con líderes sociales, la intención directa, evitar dar respuesta a las preguntas del millón, ¿quién, cómo y cuándo hará las obras públicas en este gobierno?
Este miércoles, una comisión de al menos 3 mil mexicanos asisten a las famosas calles de Abraham González y Bucareli, donde despacha la señora Olga Sánchez Cordero; le intención es clara, que cientos de personas, como representación de millones de mexicanos, encuentren una respuesta de parte del gobierno morenista que encabeza AMLO, a la pregunta de quién o quiénes serán los encargados de realizar la obra pública en México; porque ya se comenta que de no hacer obras para los pueblos y colonias marginadas y más abandonadas, además de que sería una burla para los todos los mexicanos, incluidos los que votaron por el actual presidente, podría desencadenar una inconformidad de mayor tamaño. Pero… ¡qué ingenuidad la de Esténtor!, porque ya todo cambió y estamos en la 4T… sin duda, hoy habrá una respuesta para los mexicanos, no le hace que esta sea negativa.
El clímax no político…
¿Y que no el subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, debería estar viendo la realización de algunas obras que hoy se solicitan en la Segob Federal? pues no porque el anda muy metido en la construcción de la refinería en Dos Bocas, Tabasco, y dijo, para colmo, que se retrasará para impulsar la producción de Petróleos Mexicanos, sin embargo, de inmediato fue refutado por el mismísimo presidente López Obrador quien afirmó que no hay retraso en el proyecto y podría ser el lunes próximo cuando se anuncie la licitación. En fin, ¿hay retraso o no? Lo cierto es que esas megaobras, hasta ahorita, son puro relumbrón para darle reflectores al señor presidente.
Qué estará pensando la población cuando se entera de que el gobierno federal morenista adjudicó 46 por ciento de la «obra pública» sin licitaciones; según Compranet, dependencias del gobierno han otorgado 980 contratos sin licitaciones abiertas y que conste que esto es sólo en dos meses de gestión, entre el 20 de diciembre de 2018 y el 28 de febrero de 2019. ¡Y las cosas s Por el momento, querido lector, es todo.