La depresión si se agudiza y no recibe atención a tiempo puede conllevar a un intento de suicidio o a un suicido consumado, señaló Yolanda García Ávila, experta del Instituto Jalisciense de Salud Mental.
Ansiedad, depresión y desesperanza son características de una persona que piensa en el suicidio y tienen que ser detectadas y atendidas oportunamente, de lo contrario pueden llegar a un suicido consumado, indicó García Ávila.
Durante la Expo Neuro “Aportaciones de las Neurociencias y la Psicología a la vida cotidiana” que se realiza en la Universidad de Colimay la Universidad del Valle de Atemajac (Univa), la especialista exhortó a dejar de condenar y empezar a comprender lo que conlleva este fenómeno.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que casi el 90 por ciento de las personas con intento o suicidio consumado vivieron con depresión que no fue detectada a tiempo, y por cada suicidio consumado, hay 25 intentos.
“Socialmente, la palabra suicidio sigue siendo un tabú para algunos, denota preocupación; para otros, indiferencia, y otros tantos indagan por morbo” y en la mayoría de los casos “una persona que atenta contra su vida es señalada, criticada, condenada, es dejada de lado”, indicó la especialista.
En un comunicado de la Universidad de Colima, subrayó que el suicidio “es un fenómeno que toca entender a doctores, psicólogos, psiquiatras, docentes, a todos los trabajadores de todas las ramas, pero también a todos nos corresponde como sociedad, como padres de familia”.
Yolanda García consideró que debe verse desde varias vertientes como la familiar, económica, cultural y ambiental, y recordar que “hay una línea tan delgada entre la vida y la muerte que, para la mayoría de las personas, pasa desapercibida, pero las personas sí dan señales».
Finalmente, comentó que “hay un suicido que se llama impulsivo, que se comete en un momento de enojo o frustración, pero la mayoría lo planea por un desorden mental”, por lo que hizo un llamado a sensibilizarse ante las personas con enfermedades mentales.