La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune en donde el propio sistema de defensa del organismo genera un ataque contra el mismo cuerpo, en este caso el ataque va dirigido a una proteína llamada mielina que cubre los axones neuronales.
El fenómeno de la mielinización se va desarrollando conforme vamos creciendo, cuando nacemos no está del todo completo, por esta razón es difícil diagnosticarla en niños muy pequeños. Se considera una enfermedad de adultos jóvenes, por lo general el diagnóstico se da entre los 20 y los 40 años, frecuentemente el diagnóstico se da de forma tardía, después de que el paciente lleva ya tiempo teniendo manifestaciones clínicas.
Para que se desarrolle la EM debe existir una predisposición genética en la persona, lo cual no significa que la enfermedad se herede, pero sí es un factor para que se presente. Otros factores de riesgo son: tener infecciones virales (Epstein Barr), Varicela Zóster, deficiencia de vitamina D, consumo excesivo de sal, obesidad y tabaquismo. No todas las personas con los factores de riesgo van a desarrollar la enfermedad.
Es común que los pacientes pasen meses o hasta años teniendo síntomas aislados y difíciles de identificar como la fatiga o el mareo antes de que se presente el primer brote; este primer evento puede ser la pérdida de la visión de un solo ojo, dificultad para caminar, pérdida de la fuerza de una pierna o de ambas o temblores en alguna de las extremidades. Frecuentemente, hasta que se presenta alguno de estos episodios es cuando el paciente acude con el médico para buscar un diagnóstico, ya que no encuentra una razón para la presencia de estos síntomas.
En la Esclerosis Múltiple no hay etapas de la enfermedad, pero sí existen formas diferentes de presentación; la primera es la Remitente-Recurrente (EM-RR). El paciente presenta una manifestación neurológica que lo hace perder alguna de sus funciones, esto se conoce como “brote”, tiene una duración mínima de 24 horas, y puede durar días o hasta meses; se debe tratar de inmediato con medicamento para los brotes. Con el tratamiento y la rehabilitación necesaria, el paciente se puede recuperar en gran medida, sin embargo esto no significa que se haya curado. Cuando el brote pasa, viene la etapa de remisión. Esta forma de presentación es más común en mujeres.
Otra forma en la que se presenta es la Primaria-Progresiva (EM-PP), la cual es más intensa porque el paciente acumula discapacidad con rapidez, generalmente las recaudas o brotes se superponen sin que haya un tiempo de remisión, es más frecuente en hombres.
Y hay una tercera forma llamada Secundaria- Progresiva (EM-SP) se caracteriza por la ausencia de brotes definidos, el paciente tiene un empeoramiento constante en el que va sumando discapacidades. Es la forma menos frecuente de presentación.
La gran y variada cantidad de síntomas la hacen una enfermedad de difícil detección, es por ello que contar con espacios de información fidedigna se vuelve tan importante. La iniciativa Conoce la Esclerosis Múltiple con Antonieta Sea, es un sitio en el cual a través de pláticas con los especialistas se despejan algunas de las dudas más frecuentes de los pacientes y las personas interesadas en el tema. Antonieta es periodista especializada en temas de salud, diagnosticada con EM hace más de 10 años.
Si algún temblor, dolor, sensación de hormigueo, pérdida de fuerza, pérdida de visión o cualquier síntoma que no se asocie a otra enfermedad dura más de 48 horas se debe visitar a un neurólogo para una valoración.
En Conoce la Esclerosis Múltiple con Antonieta Sea podrá encontrar información de médicos, institutos, hospitales y fundaciones, en los que puede ser atendido o recibir apoyo según sea su caso.