Pumas fue de la frustración y las lágrimas, a la algarabía de seguir con vida en la Liga MX.
Los del Pedregal pintaban para despedirse del torneo, estaba siendo superado por la desesperación e inoperancia hasta que apareció Carlos González en la recta final del partido para darle la victoria 1-0 sobre Tijuana en Ciudad Universitaria.
Fue un tanque de oxígeno para Bruno Marioni que había sacado minutos atrás su frustración encabezando un conato de bronca con Omar Mendoza al 84′ y que tuvo que ver desde las regaderas cómo el chileno, de lo más rescatable para los universitarios este semestre, mantuvo a los auriazules en la difícil pelea por un lugar en la Fiesta Grande.
Pumas lucía temeroso con el balón en los pies y Tijuana feliz de no tenerlo. Las mejores aproximaciones locales fueron por la vía aérea, balones cruzados que Felipe Mora no logró darles dirección de gol y por ende lograr inquietar al debutante arquero Carlos Higuera.
El complemento comenzó con las lágrimas de Martín Rodríguez, desaparecido en la primera mitad y mandado a la banca para la segunda. La frustración consumía a los del Pedregal que estuvieron cerca de perderlo al 78′ con una contra encabezada por Miler Bolaños que Fabián Castillo echó por un costado ya cuando dos defensas de Pumas y Alfredo Saldívar habían caído como soldados.
Fue lo único de Tijuana en el partido. Ahí que de forma merecida por la presión ejercida en el segundo tiempo, González mandó el balón a las redes tras un tiro de esquina al 86′.
Los Pumas, con sus 16 puntos, aún tiene vida. Necesitan un cierre perfecto de torneo para aspirar a las 25 unidades con las que bien pueden competir por un boleto. Esta tarde en CU, después de lágrimas y otros actos impotencia, ya dieron su primer paso.
Tijuana, que pudo escalar a la tercera posición de la Liga, se quedó con 22 unidades.