Miguel Ángel Casique Olivos
Hidalgo es uno de los estados más pobres de México, según datos oficiales el 52.8 por ciento de la población, alrededor de 1 millón y medio de hidalguenses, padece algún tipo de pobreza; lo que todo mundo esperaría, en primer lugar los gobernados por el priista Omar Fayad, es que se hiciera algo para atacar esa pobreza y esa miseria en la que se ve sumergida la entidad.
Sin embargo, a casi ya la mitad de la administración priista, por ningún lado se ve que el gobernador Omar Fayad esté pensando en atender la problemática social de vivienda, educación, electrificaciones, pavimentaciones o apoyo a pueblos marginados, etc.; sí, en cambio, se observa a un gobierno que reprime y acosa tanto a las organizaciones sociales como a sus dirigentes. Ayer arrancó en todo el país una campaña de denuncia nacional contra la arbitrariedades, atropellos y el nulo cumplimento de sus promesas de campaña del gobierno estatal; el sentido de la campaña es decirle a la población nacional que en Hidalgo no se cumple y reprime a quien protesta y exige atención.
En todas las capitales del país se realizaron “Cadenas Humanas” de protesta en donde se mostraron miles de pancartas con leyendas como: «Tabasqueños apoyamos a nuestros compañeros de Hidalgo», «El gobernador de Hidalgo miente y no hace obras», «Omar Fayad no cumple y reprime», «En Antorcha somos un solo ideal”; “los antorchistas de Oaxaca también decimos a Omar Fayad que cumpla”, “Antorchistas mexiquenses nos sumamos a la protesta nacional”; también antorchistas de la Ciudad de México se sumaron a la protesta y presentaron una denuncia ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para que intervenga, pues se están violando los derechos humanos de miles de hidalguenses; la campaña se da luego de que se ha estado solicitando sean atendidas demandas de obras y servicios prometidas en campaña.
Aunado a estos hechos, inmediatamente el gobierno hidalguense reaccionó con más represión y acoso. Por la tarde-noche de ayer, alrededor de las 7, detuvo a cuatro personas que realizaban pintas y no han sido liberados; desde el mediodía de ayer, decenas de policías vestidos de civil, comenzaron a seguir a los líderes y acosar a la gente que asiste al plantón; también, desde este viernes 3 de mayo, varias casas de dirigentes antorchistas, incluida la de la líder estatal, Guadalupe Orona Urías, están siendo «custodiadas» en las meras puertas, por patrullas de la policía estatal, con la clara intención de intimidar y acosar a los líderes sociales.
El gobernador hidalguense está muy envalentonado y no hay duda que será el peor gobernante de Hidalgo y será catalogado como el más represor, eso dicen los ciudadanos que no ven en su gobernador a un representante, sino a un político agresivo; se comenta también entre políticos y periodistas que el gobernador se siente muy protegido por el mismo gobierno federal, tanto que en Hidalgo siguen al pie de la letra lo que desde el poder federal se está haciendo, querer borrar del mapa a las organizaciones sociales y «tratar» de manera particular con los ciudadanos, “intermediarios”.
Pero lo curioso no es solo que el gobernador priista Omar Fayad se vea en el espejo de López Obrador, sino que ningún priista diga algo sobre su actitud soberbia y represora que está dejando muy mala imagen al PRI. Pero ni la presidenta, Claudia Ruiz Massieu, o algún Senador o Diputado, han hecho algún pronunciamiento; será acaso porque están de acuerdo con esa actitud del político hidalguense, o será que ya no les interesa para nada que el Institucional desaparezca y entre más rápido sea mejor; porque sólo así se explicaría la inacción o nula reacción ante tantas arbitrariedades.
Sea como sea, la represión y el acoso de Omar Fayad debe detenerse y la dirigencia nacional antorchista ya convocó a que la campaña nacional de denuncia continúe en todo el territorio mexicano; además, han comentado que están preparados para que esta lucha dure los tres años de gobierno priista en Hidalgo. Y es que los antorchistas han demostrado que su unión y su fuerza es una sola y están dispuestos a demostrárselo al priista hidalguense durante sus últimos tres años de gobierno; porque él quedará en el bote de la basura de la historia como gobierno priista represor, que no cumple y que entregó el poder estatal a Morena y, por el otro lado, estará un pueblo hidalguense organizado y más fortalecido tanto en Hidalgo como en el país.
El clímax no político…
Más allá de la muerte de la joven Aideé en el CCH, en el que sin duda se deben hacer las investigaciones correspondientes y castigar al culpable, los mexicanos deben poner atención en lo que pudiera estar detrás de la intención de comenzar a poner en focos rojos la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la máxima casa de estudios.
Y esto debe ser así porque a quien quieren hacer quedar mal es al Rector Enrique Graue, pues la primera intención es comenzar a colocarle alguna gente de Morena para que se vaya perfilando y tome el control de la UNAM; si hoy tenemos una Universidad de excelencia, quizá mañana ya no. Bien está haciendo el Rector en reaccionar y pedir haya más seguridad, pero más allá de eso debe descubrir quién le está poniendo ya bastantes piedras en el camino. Por el momento, querido lector, es todo.