OPINIÓN INVITADA: Dimas Romero González*
Oaxaca es un estado sorprendente. Quizá la naturaleza, buscando el equilibrio necesario a las duras condiciones de esta tierra tan agreste, tan sinuosa, de interminables hondonadas, ha dado a nuestro país, gente laboriosa, orgullosa, prendada de su raigambre autóctono, con un asombroso instinto de supervivencia y superación, como lo demuestra la huella que los oaxaqueños han marcado en nuestra historia. Si a un pueblo puede llamársele, el pueblo de los soñadores, sin duda es al oaxaqueño; y no es solo una impresión mía. La admiración que siento por este pueblo, así como la esperanza de que un día sea reconocido como se merece, es compartida por quienes se han adentrado en el conocimiento de las entrañas de nuestra patria.
Sustento esta afirmación. En ocasiones anteriores, he manifestado mi inconformidad por la forma tan irresponsable y calumniosa con que se ha mencionado al Movimiento Antorchista en artículos de opinión publicados en el diario El Imparcial de Oaxaca, y tengo por obligación decir con justeza, que me he quedado inconforme, porque no he podido ejercer el derecho de réplica. Esta lamentable situación del periodismo mexicano, que no solo calumnia por consigna, sino que se ha convertido en apoyo incondicional de los poderosos, es hoy en día, una práctica común. Por ello, hace poco, cuando encontré una muestra de verdadera opinión crítica, me causó gran satisfacción saber que hay personas cuya inteligencia y honestidad les permite elevarse por sobre los aduladores. Hoy de nueva cuenta me vuelve a sorprender una muestra de verdadero periodismo, ese que en ocasiones parece estar desapareciendo.
Hace unos días, en la sección de deportes del medio en cuestión, se publicó una nota en la que se hace justicia a quienes militamos en esta organización. Ahora, cuando el propio Presidente de la República nos ha elegido como su enemigo, y cuando una turba de medios informativos, cuales merolicos, han hecho eco a las calumnias que se lanzan en contra nuestra, esta nota emerge como una perla periodística en el mar de la adulación. No pensé encontrar, en el horizonte próximo, un periodista ajeno a los “malvados” miembros de “La Antorcha mundial”, que aceptara y reconociera nuestro trabajo en favor de las capas populares.
El periodista reprodujo textualmente el mensaje de un servidor sobre lo que nos motiva a promover el deporte en los sectores populares: la urgencia de educar integralmente a los mexicanos, aprovechando el gran contenido formador del deporte, en estos momentos en que se necesitan hombres y mujeres capaces de enfrentar la difícil situación económica que nos agobia. Acto seguido, extiende nuestra invitación a quienes necesiten apoyo en el deporte, a que se acerquen al antorchismo para que gestionemos en favor de su actividad. Asimismo, reprodujo las palabras de reconocimiento de los deportistas oaxaqueños, en las que ponen de manifiesto el alto nivel competitivo del XIII Torneo de Voleibol que organiza el Movimiento Antorchista Nacional en el Puerto de Veracruz, y su amplio poder de convocatoria. Es esta la parte que me interesa resaltar, y que se hizo visible gracias a la publicación a que me refiero, y con la que doy por zanjada, como prueba de gratitud, la falta de oportunidad de hacer uso de mi derecho de réplica ante las notas calumniosas en nuestra contra.
Sale a la luz pues, en voz de conocedores y de personas ajenas a nosotros, que los resultados que ha obtenido Antorcha en el ámbito deportivo a nivel nacional, son impresionantes y esperanzadores, porque demuestran que el pueblo mexicano es tan capaz como cualquier otro pueblo del mundo de sobresalir, que el problema de que no podamos encontrar once futbolistas que nos representen con más dignidad en las competencias internacionales, o el hecho de que tanto el béisbol como el basquetbol profesionales del país, estén invadidos por jugadores extranjeros, así como la crisis en varios sectores del deporte nacional, responde a que en México hay una práctica elitista del deporte, que impide a nuestros equipos o selecciones, alimentarse con la riqueza deportiva que hay en las capas populares de la sociedad mexicana, donde cualquiera con verdadero interés, podrá encontrar deportistas que pueden hacer mejor papel que muchos de los shows estelares que tenemos en nuestros selectivos. El deporte que se practica en México es para divertir y hacer negocio, no para educar y formar integralmente a los mexicanos. Dura realidad, pero cierta.
Así lo demuestra el selectivo estatal de 160 volibolistas que participaron en torneo mencionado, que se realiza anualmente en el Puerto de Veracruz, y que a pesar de su alta calidad deportiva, solo recibió apoyo del estado con el transporte, y eso gracias a nuestra gestión directa con el Gobernador, Maestro Alejandro Murat Hinojosa, pues las dependencias encargadas de promover esta importante actividad, no se dignaron siquiera en acompañarnos a la entrega de los uniformes brindados por Antorcha, mucho menos apoyar con una despensa o colchoneta para hospedar a los deportistas, ni a tomarse la fotografía de salida de la delegación oaxaqueña.
Por ello resalto la importancia de la nota, porque quien la elabora y la publica, hace un amable reconocimiento al Movimiento Antorchista, que hizo posible la participación de estos dignos ciudadanos oaxaqueños que colocaron orgullosamente a su estado en el 2º lugar de la tabla general, con un primer lugar en la categoría Juvenil C varonil, dos segundos lugares en las categorías Libre femenil y Juvenil B varonil, y un tercer lugar en la categoria Infantil femenil, demostrando con ello, como decía al inicio de mi artículo, que tiene gente con talento y deseos de progreso, capaz de colocar a su entidad federativa, en un lugar decoroso a nivel nacional.
Finalmente, quiero decir que me parece importante que la opinión pública conozca, y no por nuestra boca, sobre qué es, cómo trabaja y qué resultados ha dado el Movimiento Antorchista en beneficio de los sectores populares de nuestro país. Estoy seguro de que al igual que pasó con estos deportistas y con muchos mexicanos, van a convencerse poco a poco de que la constante campaña de desprestigio en nuestra contra, es orquestada por quienes ven en nuestra lucha contra la pobreza en México, al más poderoso enemigo y buscan por todos los medios alejarnos de las clases populares, para seguir sirviéndose a su antojo de la riqueza social que todos producimos.
Ya es hora de que los mexicanos vean que en nuestro país, los poderosos no son amigos de los débiles, los débiles solo nos tenemos a nosotros mismos, y quien se empeñe por mantenernos desorganizados, es el verdadero enemigo de los pobres. El Movimiento Antorchista invita a quienes así lo deseen, a comprobar los resultados de nuestra actividad organizativa y de gestión, como es este resultado del encuentro nacional de volibol, y a la vez, que se pregunten qué pruebas dan quienes nos atacan, incluido el Presidente de la República. Eso es lo justo.