- Por vez primera, el Centro de Tecnologías Creativas Grace Quintanilla recibe a creadores y espectadores en una sesión 360/Live
- Artes visuales y música se unen para llevar a los espectadores dentro del proceso creativo
La Colmena, Centro de Tecnologías Creativas Grace Quintanilla, tuvo su primer evento en el que es su hogar, la sede de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, en Tlaxcala, se trató de una Sesión 360/LIVE, que contó con la participación de dos mujeres, artistas tlaxcaltecas, que engalanaron la noche de este jueves.
Helena Garza, artista visual y Sofía Fuentes, DJ mejor conocida como Z Gamu, al conjuntar su talento sumergieron a los casi 100 espectadores en su proceso creativo, en el cual, además de su ingenio y habilidad, recurrieron al uso de nuevas tecnologías, para ofrecer un espectáculo multimedia e inmersivo, que atrajo a niños, jóvenes y adultos.
No se necesitó de un lienzo, de múltiples pinturas, brochas, caballetes o grandes cabinas de sonido, bastó que la noche llegara, el uso de un visor de realidad virtual y conocimiento para aprovechar las herramientas digitales para que Helena pudiera trazar en el aire un jardín; a la par, Z Gamu sonorizaba cada minuto con una intensa mezcla musical desde su computadora y tableta electrónica, mientras los espectadores vibraban con el ritmo y seguían los trazos, a través de una pantalla roja que permitía apreciar lo que la artista visual tenía delante de sí.
Con el dispositivo en los ojos, la escena virtual resultó impresionante, había detalles en las alas de las libélulas, se podía percibir que las sillas eran de madera y sobre algunas de las hojas y ramas de las plantas incluso se detectaban pequeños destellos de luz que parecían moverse, como si fueran insectos desfilando.
También eran apreciables otros detalles que una pintura tradicional no permitiría: luces y brillos en movimiento, justo ante los ojos del público, por lo que más de una persona caminó tratando de alcanzarlos, otras estiraban las manos para sujetarlos, al final sonreían cuando se percataban que en realidad lo que buscaban tocar no estaba ahí.
En este sentido, Joseline Camacho, estudiante de arte, aseguró que la experiencia inmersiva logró su objetivo: conectar con la audiencia y conseguir que la gente fuera parte del proceso para después entrar en la obra, algo que espera ocurra más seguido en La Colmena.
Cabe destacar que las actividades de La Colmena se encuentran en la línea de trabajo de la Secretaría de Cultura, donde la tecnología no se ve como una herramienta de consumo pasivo, sino de producción activa, donde las personas puedan sentirse dueñas de ese desarrollo y modificarlo para sus necesidades.
Y es que uno de los objetivos de esta administración es fomentar una cultura tecnológica e impulsar la formación de la siguiente generación de artistas y programadores.