En alrededor de 13 mil 800 millones de años se calcula la edad del universo, algo sobre lo que se ha disertado en los últimos 25 siglos por filósofos y astrónomos de todo el mundo, un tópico bastante polémico ya que muchos creían que este número podía ser mayor o menor, sostuvo el doctor Manuel Peimbert Sierra, investigador Emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Al impartir la ponencia La edad del universo, en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), indicó también que se descubrió que “no nos encontramos en un lugar ni en un tiempo privilegiado del espacio” tal y como lo señala el principio cosmológico pues “se ha probado que el universo está en expansión, es decir, en el pasado todo estaba más cerca. Al inicio toda la materia estaba concentrada en un solo punto, allí fue justamente donde ocurrió la gran explosión”.
Anteriormente, los griegos creían en un sistema geocéntrico donde pensaban que la Tierra era fija e inmóvil, que era el centro del universo alrededor de la cual se movían el resto de los planetas, estrellas, el Sol y la luna. No obstante, hacia 1600 se refutó esa idea que sostenía que el universo es infinito y, por tanto, no podía poseer un centro, explicó.
La presentación que fue realizada como parte del ciclo Conferencias Magistrales Metropolitanasque celebran los 45 años de la Casa abierta al tiempo hizo un amplio repaso del tema desde los inicios, su posible origen, quiénes fueron los principales estudiosos en emprender investigaciones especializadas sobre ello, así como las más recientes que se están llevando a cabo en materia de astrología, astronomía y el multiverso.
En su exposición Peimbert Sierra relató que a partir del siglo XVIII biólogos y geólogos han comenzado a utilizar observaciones para determinar edades y escalas de tiempo tras la revolución copernicana, pero sería hasta 1853 cuando se midió por primera vez cuánta energía gravitacional ha liberado el Sol para mantener su luminosidad y en conjunto con la medición del flujo de calor interno del planeta se logró en 1890 calcular una edad de 25 millones de años a la Tierra.
Recientemente se han hecho otros descubrimientos incluidos la radiación de fondo en la galaxia y la aparición de materia oscura, es decir, de masa adicional que no puede verse y “se ha encontrado que hay 25 por ciento de materia oscura, que cinco por ciento de la masa del universo se debe a átomos y 68 por ciento a energía oscura, así como una gran abundancia de Helio y Deuterio”, manifestó al dirigirse a la comunidad universitaria reunida en la Sala Cuicacalli de la Unidad Iztapalapa de la UAM.
“Hay una teoría inflacionaria caótica que establece que el universo observable no es único, existe un número infinito de universos a lo cual se le ha denominado el multiverso con una edad infinita. Incluso se ha hablado de una teoría de la creación continua de universos, pero todo esto todavía no se ha demostrado”, concluyó.
Al presentar al doctor Peimbert, el doctor Ramón Linares Romero, jefe del Departamento de Física de la Unidad Iztapalapa, detalló que el también bisnieto del escritor y filósofo Justo Sierra se constituyó como uno de los fundadores de la UNAM moderna y ha sido ampliamente destacado por contar con aportaciones trascendentes que suman más de 200 artículos especializados, siendo éstos citados más de 12 mil veces lo que da como resultado un índice H superior a 50.
Sus principales áreas de interés se desenvuelven en el campo de la detección de abundancias químicas de las nubes de gas donde se forman las estrellas y “se ha caracterizado por su rigor y originalidad, al contribuir en forma sostenida, comprometida e inspiradora en la formación de muchas generaciones de físicos y astrónomos”.
El doctor Eduardo Peñalosa Castro, rector general de la institución, externó que con la realización de actividades como ésta la Universidad mantiene “la vocación de fungir como un espacio abierto a las ciencias, las artes y las humanidades para buscar la generación de reflexiones que nos aproximen a un juicio crítico y mejor sustentado”.
Las Conferencias Magistrales Metropolitanas se realizan por tercera ocasión en esa sede académica y con ello se “refrenda nuestro compromiso de acercar el conocimiento de la ciencia y la cultura en propia voz de las personalidades más influyentes del país”, al tiempo que enfatizó que el conferencista sobresale por ser uno de los científicos más reconocidos en el mundo.
“Su precisión y rigor científico, así como su imaginación y su gran sentido común le permitieron determinar que las primeras galaxias estaban formadas por 23 por ciento de Helio y 77 por ciento de Hidrógeno, ello resultó fundamental para sustentar la teoría del Big Bang además de muchos estudios posteriores acerca de la evolución química del universo”, subrayó.