México importa 60% de diésel y gasolina que demanda la economía de nuestro país desde Estados Unidos, pues las seis refinerías de Pemex operan por debajo del 40% de su capacidad. Además, los seis complejos están diseñados para procesar crudos ligeros
Luego de que Donald Trump, amenazara al gobierno de su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, con gravar todos los productos que México exporta si éste no acaba con la inmigración y tráfico de drogas hacia Estados Unidos, el pasado 30 de mayo de 2019.
El conflicto comienza con el tipo de petróleo crudo que vende nuestro país a la potencia norteamericana. La mezcla mexicana se considera pesada, es decir, entre 22 y 10° grados API. Este commodity solo está disponible principalmente en tres países: Canadá, México y Venezuela, pero este último ha sido vetado por Trump.
Añaden que el promedio de Pemex, hasta marzo de 2019 fue de 1.12 millones de barriles de crudo diarios, de los cuales, 47% fue a Estados Unidos.
Esta compra se debe a que Estados Unidos tiene una sobreoferta de crudo ligero sale que proviene de las cuencas Bakken, Eagle Ford y Permian. La mayoría de las refinerías en Houston y de la Costa del Golfo están diseñadas para procesar crudo pesado.
Mencionan que México importa 60% de diésel y gasolina que demanda la economía de nuestro país desde Estados Unidos, pues las seis refinerías de Pemex operan por debajo del 40% de su capacidad. Además, los seis complejos están diseñados para procesar crudos ligeros.
Y si el gobierno mexicano responde con aranceles a energéticos estadounidenses, el impacto sería “brutal”. Apuntan que si México hiciera lo mismo que pretende Trump, obviamente el costo del gas natural aumentará y por lo tanto, la electricidad. México se metería en una espiral inflacionaria.
México importa 80% del gas natural que demanda, cuyo principal uso es para genera luz. Reguladores, empresas y cámaras industriales han advertido el riesgo al que está expuesto el país, pero el gobierno de Moreno ha sido ambiguo y ha relegado su estrategia de gas a lo que se obtenga con el incremento de su plataforma petrolera.
El experto energético de la firma Mercury LLC, Arturo Carranza, recuerda que por tratarse de un asunto de seguridad para Estados Unidos, sus políticas comerciales no aplican para productos energéticos, pero coincide en que si hay aranceles a exportaciones petroleras, aumentarán los costos de refinerías americanas que impactarán a los consumidores estadounidenses y mexicanos.
«Aumentaría los costos de refinerías en EU que podrían trasladarlo a los consumidores estadounidenses y mexicanos, pero es poco probable, pues la política energética se cuece aparte», comentó.
En medio de su guerra comercial con China, Trump retiró aranceles al acero y aluminio mexicano, el 17 de mayo. Esta decisión beneficiaba entre 10 y 15% al costo de la refinería de Dos Bocas, cuya licitación de project manager se declaró desierta por el presupuesto de 8,000 mdd y lapso de tres años para su producción.
Pero con el repunte del dólar frente al peso, se terminarían estos ahorros.
López Obrador respondió a Trump que su lema de «Estados Unidos primero» (America First) es una falacia y pidió resolver el problema a través de la diplomacia de ambas naciones. El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard voló a Washington DC para reunirse con el secretario de Estado, Mike Pompeo, el próximo miércoles 5 de junio.