PITIDO DEPORTIVO
Por: Armando Archundia Téllez
El mexicano Andy Ruiz no era favorito en los pronósticos, apenas contó con cinco semanas para prepararse en su condición de oponente emergente, después de que el rival programado, Jarrell Miller, diera positivo en el control antidopaje. Para esta pelea en territorio estadounidense, el inglés Anthony Joshua llegó invicto y las apuestas lo favorecían por 33 a uno. Además, después de derribar a Ruiz en el tercer round, nadie imaginaba que Joshua caería tres veces hasta recibir el golpe definitivo en el séptimo asalto, cuando ya no pudo reincorporarse.
El mexicano dijo que cuando cayó al piso se hizo más fuerte y se levantó con el propósito de derribar a su oponente. “Porque soy un guerrero mexicano, tengo esa sangre mexicana, hablando del estilo mexicano (…) acabo de comprobarlo”, dijo el ahora campeón mundial de peso pesado, en cuya historia se destaca además el hecho de que arrebató a Anthony Joshua los tres cinturones: de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA), de la Federación Internacional de Boxeo (IBF) y de la Organización Mundial de Boxeo (WBO).
¿Quién es Andy Destroyer Ruiz? Nació hace 29 años en California, Estados Unidos, pero es mexicano gracias al origen de sus padres y es un orgulloso defensor de sus raíces. En su brazo derecho está tatuada la frase “Hecho en México”. Destroyer Ruiz comentó a The Telegraph antes de la pelea: ”Mucha gente dice que no soy mexicano porque no hablo mucho español o no estoy allá por mucho tiempo; pero aunque vivo en Estados Unidos, México está en mi sangre, en mi ADN, está en mi ADN de niño”.
Creció muy cerca de la frontera, pero del lado estadounidense, donde las pandillas dejan muy pocas opciones a jóvenes y niños. “Siempre me juntaba con la gente equivocada. Hay muchos pandilleros allá en donde vivo. Todos son drogadictos. Algunos de mis familiares son pandilleros o están relacionados”. Su padre lo indujo al boxeo a los seis años y Andy cuenta que desde muy niño se involucraba en peleas callejeras para proteger a sus amigos. “Mi papá iba a buscarme por todas partes: callejones, casas y tocando las puertas para que yo fuera al gimnasio. Gracias al boxeo y a mi papá tomé el camino correcto”.
El ahora campeón mundial creció recibiendo muchos golpes desde que tenía 10 años, peleando con vecinos, luego con policías en las calles y más tarde en entrenamientos con boxeadores mayores. Las burlas por el sobrepeso siempre lo rodearon, incluso pocos días antes de la pelea con Joshua, cuando algunos medios ingleses resaltaron su forma física poco atlética, pero de la que desconocían la velocidad con que suelta los puños.
En las entrevistas previas y posteriores a la pelea de su consagración, Ruiz no ha perdido la oportunidad de dejar claro su amor por México y el deseo que tenía de hacer historia.
“Voy a jugarme la vida contra Anthony Yoshua. Esto no solo va a significar mucho para mí y mi familia, también para mi país. Estaré en los libros: ‘Andy Ruiz Jr., el primer campeón mexicano de peso pesado del mundo”. Con este triunfo logró también la mejor bolsa de su vida, alrededor de tres millones de dólares y la oportunidad de otras más grandes cuando exponga los títulos que conquistó.
El promotor del boxeador inglés recordó que la revancha está estipulada en el contrato y que dicho combate se hará en Gran Bretaña en noviembre o diciembre de este mismo año, encuentro en el que Joshua reclamará sus títulos. Por lo pronto, Andy hizo historia pura en el Madison Square Garden, al convertirse en el primer monarca mexicano de peso completo, después de darle una cátedra de boxeo a su rival, a quien envió cuatro veces a la lona ante la incredulidad del público. Durante la semana, el californiano aseguró: “He sido un perdedor toda mi vida. La forma que tengo, la forma en que me veo. Estoy listo para convertirme en el primer campeón de peso pesado de México”. Con el resultado, Anthony Joshua perdió el invicto (22-0-1, 21 KOs), mientras que Andy Ruiz Jr. se quedó con (33-1-0, 22 KOs).