Miguel Angel Casique Olivos
A un año de que ganó la elección presidencial, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), este lunes realizó, en el zócalo de la Ciudad de México, un evento donde aseguró, según él, que se han cumplido (sic) 78 de los 100 compromisos que hizo en campaña; en el evento destacó la presencia de Carlos Slim, Emilio Azcárraga y varios gobernadores en donde las cámaras destacaron al de Oaxaca, Alejandro Murat y el del Estado de México, Alfredo del Mazo.
La asistencia de empresarios, gobernadores y Emilio Azcárraga parece enviar un mensaje de que, después de este primer año de haber ganado la elección y 6 meses de gobierno fallido, ya hay acuerdos y el gobierno estaría entendiendo que debe generar alianzas con el poder económico y político; o es que, ¿a Carlos Slim o Azcárraga se les ha visto en diferentes mítines políticos?
En el zócalo capitalino se vio, más un acto de campaña que un evento oficial donde un Presidente le habla a su país y le dice qué es lo que se ha hecho y cómo se pretenden atacar los problemas sociales; por ejemplo el coordinador de asesores del PAN, Mauricio Kuri, tras criticar al gobierno dijo que es otro país del que estaba hablando AMLO, porque aquí ha habido decrecimiento económico, no hay medicinas, ha subido la violencia y siguen haciendo una austeridad que no va a la realidad del país.
«Definitivamente el presidente tiene otros datos; no sé de dónde saca que cumplió el setenta y tantos por ciento e sus compromisos, ni de lejos,» contestó el senador Emilio Álvarez y, efectivamente, lanzar sólo datos duros, sin hablar en concreto de esos logros puede ser sólo para manipular o para engañar a la población; López Obrador salió contento del evento, pero hay algo que sigue igual y que no parece cambiar en lo más mínimo. Tener otros datos como gobierno no borran la realidad que a diario viven los mexicanos.
Y es que frente a lo que todos los mexicanos ven, no hay nada que festejar; por ejemplo, en el tema de inseguridad durante el primer semestre de 2019 de gobierno morenista se contabilizaron 17 mil 65 víctimas de homicidio doloso y de feminicidio, un promedio de 94 muertes al día; según los datos oficiales el mismo periodo, pero de 2018, hubo 13 mil 918, ahora la cifra es superior.
De acuerdo a la información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública de este año: en enero hubo 2 mil 932 muertes violentas; en febrero, 2 mil 877; en marzo, 2 mil 933; en abril, 2 mil 801, y en mayo, 2 mil 979; y, para junio, aunque aún no se reporta el total, se sabe que podría ser de 2 mil 543, o quizá serán más de 3 mil muertes; tanto que junio sería el mes más letal en la historia del país.
El bono democrático y la luna de miel de López obrador ya casi se le agotan, ahora el mandatario mexicano tendrá que presentar datos duros para demostrar que ha cumplido 78 compromisos de 100; porque por ninguna lado alguien los ve, nadie siente que en el país las cosas vayan a mejorar y sí se avisora, tras las malas decisiones, una crisis económica. El presidente mexicano no entiende que los problemas sociales no se acaban por ocurrencia de un individuo aunque sea presidente de México, y tanto no lo entiende que, tras borrar el neoliberalismo de un plumazo, ahora dice que en diciembre de este año quedará terminada la corrupción. ¿Es en serio? ¿Un presidente es tan «poderoso» como para eliminar los problemas de la sociedad sólo por que él lo dice?
La «fiesta» de AMLO en el zócalo no tiene ¡nada que festejar!, y si el mensaje es que ya se puso de acuerdo con los empresarios y algunos medios de comunicación y gobernadores como el del Estado de México, Hidalgo y también por ese camino va el de Oaxaca, para que la clase en el poder siga compartiendo las mieles del poder, al mandatario mexicano no se le debe olvidar que con el pueblo aun no hay acuerdo y que México está inconforme porque las cosas no marchan bien, así lo deja ver la inconformidad social que sigue creciendo a pesar de que él tenga otros datos. Al pueblo, a los mexicanos pobres y desamparados, jamás lo podrá borrar de un plumazo o por decreto.
El clímax no político…
Y hablando del Estado de México, parece que al gobernador priista, Alfredo del Mazo, ya se le olvidó que está ahí gracias a los mexiquenses que votaron por él. Tanto se le ha olvidado que hoy 30 mil mexiquenses protestan en Toluca y reclaman que su gobierno resuelva peticiones de la población como: rehabilitación de infraestructura educativa que fue dañada por el terremoto del 19 de septiembre de 2017, atención y equipamiento de Centros de Salud de Nicolás Romero, Ecatepec e Ixtapaluca; construcción de la Universidad politécnica de Chimalhuacán; inicio de la construcción del nuevo campus del Centro Universitario Tlacaélel de Ixtapaluca; reconocimiento de 12 escuelas en funcionamiento a las que nos les ha entregado las CCT’s y mobiliario escolar para 87 escuelas. Y es que las cosas no marchan bien porque: primero, hace unos días el Secretario General de Gobierno, Alejandro Ozuna Rivero amenazó a la dirigencia antorchista con desatar violencia; hoy, el gobernador Alfredo del Mazo se niega a intervenir para que se cumplan las promesas con mexiquenses que le exigen obras y servicios; ¿qué más vendrá?. Por el momento, querido lector, es todo.