SEXTANTE
Por: Costeau
El cine de países con territorio pequeño, como los de Centroamérica, es prácticamente inexistente en el horizonte fílmico internacional. Sin embargo, en algunos de ellos hay cineastas que pese a no contar con presupuestos elevados, ni con la tecnología que se utiliza en las grandes súper producciones del muy competido mercado cinematográfico mundial, logran obras de excelente calidad artística. Una de estos directores es la costarricense Hilda Hidalgo, quien se graduó en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de Cuba. En esta institución Hilda conoció al más destacado representante del realismo mágico, la corriente literaria latinoamericana más famosa del siglo XX: el ya fallecido escritor colombiano Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura. Cuando ella hacía estudios de cine en La Habana García Márquez le cedió los derechos de su novela Del amor y otros demonios; esto ocurrió en 2003. En 2009 Hilda Hidalgo primero logró adoptar la novela a un guion cinematográfico y luego transportó la historia a un filme homónimo.
La historia Del amor y otros demonios se desarrolla en Cartagena de Indias en el siglo XVII y en ella se cuentan las trágicas vicisitudes del amor prohibido entre el cura Cayetano Delaura y Escudero (Pablo Derquí) y la joven aristócrata Sierva María de los Ángeles Casalduero (Eliza Triana), hija del segundo marqués De Casalduero (Joaquín Climent). Sierva María, según el relato, es una adolescente que cuenta con apenas 13 años; pese a su origen social había vivido entre esclavos negros y se comporta como éstos: miente con frecuencia, le gusta la vida tranquila, no quiere darse a conocer en sociedad y le gusta la vida en la naturaleza. Un día, mientras pasea con una esclava en el mercado de la ciudad, es mordida por un perro rabioso en un tobillo. Por esta razón su padre, quien cree que su hija padecerá en breve los síntomas de la terrible enfermedad, decide recluirla en el Convento de Santa Clara. En este recinto la madre superiora y las otras monjas, además de mantenerla aislada en una mazmorra, tratan de someter su carácter indómito. Sierva María no contrajo la rabia pero a causa de su conducta la tratan como si estuviese poseída por el demonio. Al conocer la situación de Sierva María de los Ángeles el obispo de Cartagena de Indias (Jordi Dauder) la encomienda al padre Cayetano Delaura, su discípulo, para que trate de salvar su alma. Cayetano le practica un exorcismo para liberarla de la posesión de los demonios, pero cae en cuenta que Sierva María no está poseída y que sólo es una joven de espíritu libre y deseoso de vivir la vida. Cayetano se enamora de la joven y establece una relación amorosa con ella. Es descubierto por las monjas y al enterarse el obispo de su comportamiento lo castiga enviándolo a un hospital de leprosos. Cayetano se las ingenia para escapar todas las noches de este lugar e introducirse en la celda de Sierva María, quien en realidad está “poseída” por el demonio del amor.
En la novela de García Márquez Sierva María finalmente muere. En la cinta de Hilda Hidalgo el exorcismo se lo practica el obispo, pero su alma y la de Cayetano se unen y en esa instancia su contacto físico es imposible.
La cinta, al igual que en la obra literaria de García Márquez, refleja la cruel y brutal intolerancia que padecieron los habitantes de las colonias españolas en el continente americano; intolerancia que era producto del fanatismo religioso que esclavizaba espiritual y físicamente a la población, incluidos los mismos aristócratas que eran la clase dominante. En esta historia la liberación de Sierva María ocurre a través de un “demonio”, al cual no pudo someter ni la siniestra Inquisición.