- El proyecto de Aline Chávez fue reconocido por los aportes a la salud y la alimentación
Aline Guadalupe Chávez Domínguez, egresada de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), obtuvo el segundo lugar del Premio Sartorus, otorgado a los mejores trabajos libres en cartel presentados durante el XVIII Congreso Nacional de Biotecnología y Bioingeniería, León, Guanajuato, que se realizó en junio pasado.
El proyecto Diversificación del uso de lípidos de microalgas: síntesis enzimática de surfactantes biológicos fue reconocido por sus aportes científicos a la salud y la alimentación, y seleccionado entre los 12 premiados, de entre 550 carteles, por su calidad de contenido.
En entrevista, la ex alumna de la Licenciatura en Ingeniería Biológica explicó que su investigación consiste en probar propiedades de las microalgas, además de las señaladas en un estudio doctoral previo que mostró que éstas pueden ayudar en la producción de biodiesel y servirían para extraer lípidos con probióticos que mejorarían la digestión intestinal en humanos, a partir de integrarlos a ciertos alimentos, incluidos el chocolate y el helado.
El proyecto está aún en fase experimental, por lo que falta aplicar directamente los lípidos obtenidos de las algas a alimentos y comprobar sus características, pero de acuerdo con los experimentos este hallazgo científico tendrá muchas implicaciones nutritivas y a la salud, una vez que la sustancia pueda usarse de manera común.
El objetivo de este trabajo fue sintetizar las enzimas ésteres de azúcares con lactulosa y el aceite obtenido de la microalga, denominado Scenedesmus obtusiusculus, para eventualmente usarse como probiótico.
Para la licenciada en Ingeniería Biológica el premio representa no sólo un logro personal, sino el orgullo de convertirse en una representante de la Casa abierta al tiempo, además de que el galardón “tiene un fuerte impacto en esa opción educativa porque es un programa relativamente joven y es una buena señal para todos los estudiantes de ingeniería biológica, ya que los ganadores somos dignos representantes de esta casa de estudios”.
Con apenas 11 años, el plan de estudios ha abierto un amplio campo de indagación y laboral, pues los estudiantes pueden trabajar en las industrias alimenticia, farmacéutica, ambiental e incluso de producción de combustibles, y a diferencia de programas similares impartidos en otras universidades, la UAM enseña a crear soluciones para problemas reales
«Nosotros estudiamos la biología desde la biomasa, que puede ser tanto células o bacterias, microalgas, células de plantas, animales e insectos, y en la Unidad Cuajimalpa lo que más hemos utilizado son las bacterias, microalgas y hongos para proponer soluciones a cuestiones que aquejan a la sociedad, como la medioambiental y de la salud», puntualizó.