- El cómic, como medio cultural, explota diversos modos de narrativa, tanto gráfica como literaria
- Buscan creadores recuperar tradiciones orales de Chihuahua para preservar costumbres
Cuando se habla de superhéroes nos remontamos a aquellas figuras ficticias de capa, disfraz, máscara y súper poderes, pero difícilmente nuestra memoria nos lleva a personajes reales que han combatido las injusticias al encabezar grandes rebeliones en busca de mejoras sociales para su comunidad.
Bajo este argumento y con la idea de darle mayor dinamismo a la lectura y atracción hacia historias de luchadores sociales y personajes históricos para ser conocidas por las nuevas generaciones, la Secretaría de Cultura de Chihuahua, a través del Programa Institucional de Atención a Lenguas y Literaturas Indígenas (PIALLI), lanza en versión cómic la historia del héroe rarámuri Gabriel Teporáca o Tepórame, apodado como “El Hachero”, reconocido por su lucha contra las injusticias y vejaciones de colonizadores españoles.
El libro narra la historia de este héroe sin capa, quien en 1652 encabezó una importante rebelión de un grupo de tarahumaras ante la esclavitud y al despojo de sus tierras. Finalmente fue sentenciado y condenado a la horca en lo que hoy es conocido como el municipio de Tomochi.
Esta publicación fue escrita por Rawí Siyóname y narrada en rarámuri gracias a la traducción de la promotora cultural y conductora de radio Irma Juana Chávez, también Premio de la Juventud 2018, e ilustrada por el artista visual Jorge Luis Barraza, alias “El Yorch”.
En la parte de la traducción, el trabajo de Irma Juana Chávez, quien ha participado en diferentes libros de fotonovelas con el maestro Enrique Servín desde hace tres años, fue fundamental para que la historieta llegara a los pueblos originarios de la entidad, ya que ella forma parte de un equipo de instructores de la lengua rarámuri desde 2016.
En ese transitar es donde conoció a Enrique Servín, quien desde entonces la invitó a participar en la traducción de diferentes libros literarios o novelas.
Irma Juana afirma que ha podido constatar que los cómic o historietas son fundamentales para los pueblos originarios, pero sobre todo para el pueblo rarámuri, porque no existe literatura sobre temas como esto, todo es tradición oral. “Se debe aprovechar que se da esa posibilidad de contar lo que nos cuentan los abuelos, ‘los maestros del bosque’, como les digo yo, que son sabios, que conocen sus historias, la naturaleza, en sí su cultura”.
La traductora trabaja por las tardes impartiendo clases en rarámuri a 20 niños de la comunidad anteriormente llamada Carlos Arrollo, actual y oficialmente ya es nombrada comunidad Tepórame, en honor a este héroe rarámuri.
“Es una historia muy bonita que no dejo de contarle a los niños, porque habla de resistencia y de lucha, con el mensaje de seguir siendo nosotros como pueblo rarámuri, con nuestra cosmovisión que debemos defender siempre”.
El cómic brinda una explicación de los hechos, detallando aspectos importantes del pueblo rarámuri, y destacando la importancia de preservar costumbres y tradiciones para perpetrar su cultura.