Stevie Nicks cantó «Rihanon» y se sacrificó a sí misma, ya que a partir de esa canción tuvo que dejar su personalidad atrás.
Todo comenzó con eso, su ropa. La cantante de Fleetwood Mac usaba prendas negras, vestidos enormes, velos y sombreros, pero cuando interpretaba dicha canción que hace referencia a una diosa de la mitología de Gales, se transformaba en una fiel seguidora de la misma. Se retorcía y su voz resaltaba sobremanera. Entonces la tacharon de bruja y de las más peligrosas.
Era mentira, pero a la cantante le encantaba alimentar los rumores paseando con gatos negros y manteniendo todo en un misterio. Además era un símbolo sexual lleno de misticismo y oscuridad.
Hoy sabemos que sólo era fan de la historia wicca, más no practicante. En 2013 apareció en American Horror Story: Coven como ella misma en versión bruja y sólo se ríe de los rumores.