México debe transitar de un uso energético ineficiente y caro de la energía fósil a otro a partir de fuentes renovables como la solar para aprovechar que Sonora, Chihuahua y Baja California reportan la mayor insolación a nivel mundial, afirmó el doctor Rubén Dorantes Rodríguez, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En el panel de expertos sobre industrialización celebrado en la Unidad Azcapotzalco, el investigador del Departamento de Energía refirió que si bien la planta fotovoltaica Villa Nueva, asentada en Coahuila, algún día fue la más grande del mundo –con capacidad de generación eléctrica de 754 mega watts, suficiente para atender la necesidad de un millón 400 mil personas– los 2.3 millones de paneles solares instalados son importados, “lo cual es una vergüenza, pues hasta hace algunos años nuestro país los producía, pero lamentablemente se abandonó su manufactura”.
En la ponencia Desarrollo tecnológico en sistemas de calentamiento solar de baja y media temperatura para calor solar de proceso industrial estableció que en el planeta hay desarrollos tecnológicos para las necesidades de temperatura baja, media y alta, destinados a la industria y a usuarios residenciales y comerciales. Ejemplo de ello es la implementación de equipos termosolares que operan las 24 horas del día, como en India, donde está la instalación fotovoltaica más grande del orbe.
Ante la urgencia de diseñar implementos para el aprovechamiento energético solar en el país y no depender de las importaciones, Dorantes Rodríguez planteó la conveniencia de que la UAM se vincule con empresas nacionales para desarrollar este tipo de capacidades especializadas.
La doctora Margarita González Brambila, profesora del Departamento de Energía, destacó la conveniencia de impulsar la industria 4.0, que se desarrolla con base en la tecnología del conocimiento para mejorar la eficiencia productiva, integrar la cadena de valor de las empresas, descentralizar la toma de decisiones y predecir los resultados de forma precisa para mejorar en todos los procesos.
En la cuarta revolución industrial la meta es producir artículos que tengan mayor valor agregado, eso significa generar manufactura digital, por lo que se tiene que trabajar con sistemas ciberfísicos, el Internet de las cosas, la comunicación en masa, la robótica avanzada, pues la industria 4.0 pretende mejorar los procesos y los servicios a través de la utilización de tecnologías disruptivas», concluyó la especialista en biotecnología.