Por: Lenin Campos Córdova* En la vida hay momentos cruciales que marcan nuestra existencia, que dejan profunda huella, que transforman totalmente nuestro acontecer diario y nuestro futuro. Son momentos que esperamos contando los días, las semanas, los meses, en las más de las veces los años, si bien los acontecimientos más trascendentes no son muchos, lo cierto es que aquellos instantes, que transforman para siempre nuestra vida son contados, son pocos, los cuales van construyendo nuestro desarrollo individual.
Como individuos pueden ser, a modo de ejemplo, el término y paso al siguiente nivel educativo: el jardín de niños, la primaria, la secundaria, la preparatoria y la universidad. Según las estadísticas nacionales, muy pocos llegan hasta este último nivel y muchos más ni siquiera lo sueñan, pues la pobreza los arroja muy pronto a buscar su subsistencia antes que su preparación, por eso se les puede manipular ofreciéndoles dinero ajeno con tarjetas, siendo éste uno de los agravios más infamantes, pues se envilece al ser humano como a su la libertad de pensamiento y de elección.
Otro momento crucial, con la idea de ilustrar lo que ya dije antes, es la decisión de dejar de ser un individuo solitario y aislado, para ello pasa el pueblo humilde a formar una familia, lo que significa ya una manera de enfrentar la realidad que le ha negado los satisfactores indispensables. Es un acontecimiento que transforma el desarrollo individual y que genera la vida de otros seres humanos que todos los mexicanos reciben con alegría, pero que aumenta la carga económica de las parejas al recibir tres, cuatro y hasta cinco o seis bocas que alimentar.
Los descritos son sin lugar a duda, los grandes acontecimientos en la vida del pobre individualmente considerado. En ese sentido los olvidados de México han logrado sumar otro acontecimiento, este aún más trascendental que los ya enumerados, que es su decisión de organizarse con otros, con muchos otros, convencido de que así trasformará su existencia individual para emprender la tarea de revolucionar la conciencia de los demás, convirtiéndolos en individuos capaces de entender y superar los obstáculos que existen objetivamente para lograr la transformación y la creación de… ¡un México nuevo!
Un México donde libremos de la pobreza a los más de 100 millones que la padecen en la actualidad, donde todos los mexicanos en edad de trabajar puedan hacerlo, obteniendo por ello un salario que les permita vivir bien, que no tengan sobre sus espaldas una carga fiscal que les disminuya sus bajos salarios, que paguen impuestos quienes tengan ganancias y que estos regresen al pueblo, a través de obras y servicios, vivienda, salud, educación, deporte, cultura, descanso y recreación.
En efecto hay coyunturas cruciales que solo el pueblo pobre puede realizar, como es la de concentrarse en la región norte del país en un número mayor a los 100 mil antorchistas para celebrar la unidad, la fraternidad y la lucha de los más necesitados en actitud combatiente por una patria más justa e igualitaria, lo cual puede llevarse a cabo solo por una gran fuerza social, constituida como una clase consciente de sus tareas inmediatas y de su objetivo final.
Por eso compañeros como dice el dicho popular “llueva, truene o relampaguee” debemos estar todos los pobres en el acontecimiento más trascendental de nuestras vidas: la construcción de nuestra querida organización en esta nueva cita del 45 aniversario, este 11 de agosto en el estadio Alfonso Lastras en San Luis Potosí.
En este gran día, en que festejaremos 45 años de lucha, no debe haber obstáculo alguno para unirnos y mostrar la fuerza de nuestra unidad y de nuestro número, nada nos detendrá, nada nos impedirá llegar. Debemos vencer cualquier resistencia por imposible que parezca, pues esta es la fiesta de los pobres y para los pobres, no hay otra fiesta de los pobres, igual que la nuestra, en todo el mundo.
Esta es la única fiesta de los olvidados del mundo, los cuales luchan con alegría todos los días, quienes entonarán con orgullo el himno del Movimiento Antorchista Nacional, y van a escuchar el mensaje de su líder el Ing. Aquiles Córdova Morán sobre la situación política actual que vive el país. El ingeniero hará un llamado a los pobres de San Luis Potosí y de México a seguir luchando y organizándose, pues solo así seremos una fuerza inmensa, que podrá de una vez por todas transformar la realidad; por eso nuestra fiesta es única en el mundo y por eso los desamparados no pueden dejar de asistir a la fiesta de los pobres, con los pobres y por los pobres.