Una de las grandes tareas del campo científico y tecnológico en México es crear nichos de investigación y desarrollo para las empresas automotrices, apuntó el maestro Jordy Micheli Thirión, profesor del Departamento de Economía de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Al participar en la mesa redonda El futuro de la industria automotriz en México, el especialista indicó que este sector –en constante trasformación– requiere no sólo de mano de obra, sino también de ideas innovadoras para un mercado muy competitivo.
Aunque el país es uno de los mayores productores automotrices a nivel mundial, no cuenta con una marca nacional, sin embargo, sería posible incursionar apostando a un cambio de paradigma tecnológico, ya que “en México debemos crear la capacidad pública de saber negociar con las multinacionales de la movilidad, sabiendo qué queremos y qué podemos ofrecer” a este rubro.
En el número más reciente de la revista Comercio Exterior, de Bancomext, son abordados algunos de los retos de este nicho, incluidos la ampliación de ventajas competitivas y la carrera por el auto del futuro, puntualizó el también miembro de ROMA-Equipo de análisis.
La doctora Beatriz García Castro refirió que entre los desafíos que “enfrentamos en nuestro país están la generación de empleos y la mejora de las condiciones salariales, ya que hemos competido mediante mano de obra barata”, así como la creación de capacidades internas que permitan a los trabajadores potenciar el crecimiento económico a través de la innovación y el desarrollo tecnológico.
Este ramo “está cambiando su configuración, no sólo respecto del cambio de la producción de masa, sino también de la competencia continua en términos de productos y procesos, y la forma organizativa de las empresas para poder cumplir y satisfacer las demandas”.
La Coordinadora General de Desarrollo Académico de esa sede académica agregó que hoy en día la forma de organización debe implicar un compromiso mucho más abierto y flexible por parte de las empresas que integran los módulos de producción de la industria automotriz.
Este sector es “terriblemente vulnerable a los acuerdos comerciales internacionales, entre ellos el TMEC entre México-Estados Unidos-Canadá y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), sin embargo, esto puede resultar una ventana de oportunidad, ya que a la postre las grandes crisis nos potencian y animan para aprovechar mejor las condiciones y ventajas comparativas que tenemos como país”.