- El Foro Diálogo entre gobierno, sociedad civil y academia se llevó a cabo en la Unidad Xochimilco de la UAM
- Los barrios van perdiendo su función social y ceden terreno a gentrificación y especulación de la vivienda
La Ciudad de México atraviesa por una profunda crisis estructural, en particular por la escasa planeación urbana en décadas pasadas, sin embargo, aún está a tiempo de reorganizar y reconcebir su manera de habitar, expuso el doctor Francisco de la Torre Galindo, profesor de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
A pesar de que la historia reciente de la capital pasa por un proceso de democratización, se ha hecho evidente el avance en la privatización en materia territorial, lo que ha conducido a la aparición constante de protestas y movilizaciones por la falta de permisos de construcción o por la violación de la normatividad existente.
Para contrarrestar la inconformidad será necesario identificar los límites espaciales y temporales que posibiliten superar la verticalidad y transformar lo local, así como reconocer que mientras se definen los problemas “habremos de diseñar las soluciones, ya que el avance extractivista continúa y es preciso reconocer que lo que hasta ahora se ha intentado no es suficiente o incluso ha fracasado”.
Durante el Foro Diálogo entre gobierno, sociedad civil y academia sobre el suelo de conservación de la Ciudad de México, realizado en la citada Unidad, el investigador del Departamento de Teoría y Análisis señaló que los barrios pierden poco a poco su función social y ceden terreno frente a la gentrificación y la especulación de la vivienda.
La inequidad es estructural y diferenciada, y todo indica que no desaparecerá, sino al contrario se reproducirá, desplazará y multiplicará, determinada por barreras, el acceso a bienes para unos cuantos y la vinculación con el poder y una participación limitada, además de que “vivimos una fase de desigualdad muy distinta en la que el individualismo, los derechos de propiedad, la concentración y la exclusión se han renovado para constituir un ambiente propicio para la reproducción de la violencia”.
El tema de la cuestión urbana en el texto supone una forma de metrópoli y en un lenguaje escrito habla de los compromisos de los gobiernos hacia la población pobre, pero nunca de la participación de los inversionistas ni de su relación con el hábitat natural.
Respecto de su trabajo con estudiantes para el mejoramiento del hábitat y la elaboración de diseños urbanos arquitectónicos se refirió al caso de San Salvador Cuauhtenco en Milpa Alta, el cual se encuentra en un suelo de conservación y frente al cual estudiantes y profesores ayudaron a mediar con la delegación para la obtención de recursos.
Ahuatenco, en Cuajimalpa, es otro ejemplo donde por iniciativa de la comunidad se hizo un diagnóstico y propuestas para que pudieran establecer una negociación de regulación de la tenencia de sus tierras, respecto de su clasificación del suelo.
La doctora Ramírez Sandoval, quien pertenece a Casa y Ciudad A. C., propuso realizar ejercicios de planeación comunitaria, respetando las propuestas generadas a partir de análisis de territorio que garanticen la inclusión de los protagonistas excluidos, así como implementar directrices de política urbano-ambiental y generar una red de proyectos locales convertidos en un cinturón de cuidado ambiental.