Ante la situación de vulnerabilidad que enfrenta el sureste mexicano por la falta de desarrollo económico y ante los elevados flujos de inmigración, la tortilla de maíz se ha convertido en una pieza clave en la alimentación de la población de esa región del país, aseguró Abraham Vergara Contreras, catedrático de la Universidad Iberoamericana, encargado del área de negocios y de finanzas.
“El propio gobierno federal ha apostado por el desarrollo económico de la zona sureste del país, debido a los bajos niveles de crecimiento que presenta. En esa región los habitantes, por tradición, consumen tortilla de maíz como parte de su dieta diaria; base alimentaria que también ya han adoptado los migrantes centroamericanos que llegan a México”.
Precisó que, aunque la tortilla no se encuentra dentro de la dieta de los países centroamericanos como alimento típico, ha resultado una fuente de alimentación viable para las decenas de migrantes que llegan a nuestro país.
Agregó que, por cuestiones políticas o de bajo crecimiento económico, México ha recibido un flujo migratorio creciente, esto, ha propiciado un aumento en el consumo de tortilla al ser el alimento básico de la gastronomía mexicana.
“Los albergues para migrantes incluyen la tortilla en la alimentación diaria, pues es un alimento esencial, no sólo por la facilidad de acceso al producto, sino por la cantidad de nutrientes que brinda a los consumidores”.
En este sentido, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) destaca que el flujo migratorio sigue creciendo, pues según cifras del Instituto Nacional de Migración (INM) en el último año aumentó 119% con respecto a 2018 (mayo), y que algunos albergues, si bien se encuentran saturados, brindan opciones de alimentación a los migrantes, donde la tortilla es pieza clave.
De acuerdo con el organismo, las mujeres migrantes preparan diariamente tortillas con hasta 14 kilos de Maseca, harina de maíz nixtamalizado, para cubrir las necesidades de alimento de todos los extranjeros. Lo anterior, a decir de Abraham Vergara, es una de las mejores decisiones, ya que este tipo de harina de maíz, además está fortificada con vitaminas, ácido fólico y hierro, nutrientes que previenen la aparición de padecimientos como la anemia.