De manera formal y sin alterar los protocolos, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentará mañana su Primer Informe de Gobierno, aunque este sea en realidad su tercera presentación de resultados a los mexicanos, si se toman en cuenta los avances que presumió en los primeros 100 días de Administración y su “rendición de cuentas” a un año de que 30 millones de votos le otorgaran la Presidencia.
“No es para presumir, pero soy hombre de palabra…”, así inicia el ahora Mandatario federal sus spots promocionales donde presume el aumento de 16% al salario mínimo, la reducción de salarios a nivel institucional, la cancelación de las pensiones a los expresidentes, el traslado de 8 mil elementos del Estado Mayor Presidencial para crear la Guardia Nacional y que los impuestos se mantienen sin aumentos, al igual que la gasolina, la luz, el gas y hasta la deuda pública.
Reitera entre sus logros las becas para jóvenes, el incremento de 100% a los apoyos de adultos mayores, el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, sus recorridos para conocer el estado del sistema de salud y los avances notables en el “cambio de régimen” tras haber recibido un país “en ruinas”.
“Los compromisos se cumplen”, remata ufano López Obrador como Presidente, sin importar que años antes, como opositor, condenaba este tipo de publicidad institucional, que consideraba un montón de mentiras.