ESTÉNTOR POLÍTICO
Miguel Ángel Casique Olivos
Aunque Andrés Manuel López Obrador (AMLO), diga que “ahora sí se están entregando más apoyos a la gente humilde, a la gente pobre”, y que ahora sí “hay bienestar”, las palabras y el mensaje dichos previamente en un spot publicitario antes del 1° de septiembre, nomás no se acoplan con la realidad que todos observamos y sufrimos en todos los aspectos de la vida cotidiana, ya sea en la economía familiar, la educación de los hijos, la atención a la salud, los programas sociales o las carencias en obras obras y servicios como drenaje, pavimentación, electrificación, escuelas, clínicas etc., se deja sentir el fracaso de un gobierno que se autoproclamó como defensor y representante del pueblo mexicano.
El informe presentado este domingo y el mensaje que presidencial dejan insatisfechos a millones de mexicanos, aunque en recientes días se haya hablado de un acuerdo entre el Gobierno Federal y los empresarios para, ahora sí, echar a andar proyectos en conjunto. Duras críticas recibió el Presidente por el hecho de que el 27 de agosto, uno de los hombres más ricos de México, Carlos Slim asegurara en la “mañanera presidencial” que es intrascendente si el país crece este 2019, porque confía en que los próximos años habrá un crecimiento económico, ya que hace falta una inversión masiva en los más de mil 600 proyectos del Gobierno Federal.
Durante ocho meses de gobierno, la realidad se ha encargado de desmentir al Presidente, quien ha faltado a sus promesas de llevar al país hacia donde prometió, realizar cambios verdaderos, privilegiar el interés del pueblo y atender sus principales peticiones, luchar en serio contra la pobreza en la que se encuentran sumidos al menos 100 millones de mexicanos. Y el Gobierno Federal no solo no ha cumplido esas promesas, sino que ha demostrado su total desinterés por atender problemas como la inseguridad, el desempleo, las deficiencias en los sistema educativo y de salud.
El 8 de septiembre, el jefe del Ejecutivo deberá presentará su pro- puesta de Presupuesto de Egresos de la Federación 2020, que deberá ser analizada y aprobada en el Congreso de la Unión; los recursos federales que se aprueben, sin embargo, para ejecutarse, estarán sujetos a la veleidosa voluntad del señor Presidente. Todo parece indicar que AMLO y su partido, a partir de ahora, tratan de ahorrar recursos para “invertirlos” en la elección de 2021, año en que, además, planean realizar una “consulta popular” a modo para legitimar la continuación en su mandato y permanecer en el ánimo electoral.
El Primer Informe no es más que otro evento para promover la imagen presidencial; nada nuevo dijo AMLO y tampoco queda clara una línea de acción o un plan completo, bien estructurado para los siguientes años, que busque resolver de raíz los grandes problemas nacionales.
Pero los seguidores de Morena y de AMLO pronto han comenzado a desencantarse. El 69 por ciento de aceptación que ostentaba AMLO al principio de su administración ha ido en permanente descenso; y después del 1o de septiembre, cuando sea más evidente que no hubo ningún cambio en la política y no se pasa de los discursos a la acción, las voces que ya se dejan oír desaprobando su improvisación y ocurrencias, van a subir de volumen; ¿será necesario esperar 12 meses más para que el partido de “la esperanza de México” escuche y atienda a la población mexicana?
Todos hemos visto cómo se somete AMLO a los dictados de Estados Unidos, cediendo la soberanía y permitiendo que Washington nos dicte la política migratoria a seguir; vivimos en un país con nulo crecimiento económico, de 2 a 0 por ciento, y no se ve para cuándo cambien las cosas; 2019 ha sido uno de los años más violentos en la historia de México gracias a la inseguridad permanente; se cancelaron las estancias infantiles y los programas Prospera y Seguro Popular; médicos y enfermeras fueron despedidos; el desabasto de medicamentos escaló niveles alarmantes… nada hay que celebrar en el Primer Informe de AMLO y los muchos pendientes pondrán a prueba a Andrés Manuel López Obrador durante los próximos meses.
El clímax no político…
Dicen que López Obrador va a seguir, contra viento y marea, con sus planes que se planteó para lo que él llama la «Cuarta Transformación” de México. Las acciones, sus proyectos, programas, cambios; que todo eso va a continuar aunque no tenga respaldo total, tanto de su gabinete como de las demás fuerzas políticas, y en la mayoría de los casos mucho menos un respaldo de la realidad que vive el país. Todo indica que va a seguir con su visión personal, de mesías moderno, de lo que según México necesita. Él sigue creyendo que no está equivocado y está dispuesto a seguir por la misma ruta aunque tenga que pagar las consecuencias más adelante. Por el momento, querido lector, es todo.