El equipo que representó al país en la en la XXIV Olimpiada Iberoamericana de Química (OIAQ 2019), del 7 al 15 de septiembre en Oporto, Portugal, regresó a México con una medalla de plata y tres de bronce. Los cuatro jóvenes competidores fueron seleccionados de la Olimpiada Nacional de Química (ONQ), que coordina y organiza la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
La plata la consiguió Marcos Muñiz Aguirre de Chihuahua, mientras que los bronces fueron para Yael Hail Soto Becerra de Sinaloa, Héctor Jair Jiménez García de Veracruz y Aarón Lizárraga Acosta de Sonora. Con estas preseas México suma hasta la fecha 21 de oro, 42 de plata, 32 de bronce y una mención honorífica. México ha asistido a este certamen desde la primera edición celebrada en Mendoza, Argentina, en 1995.
Los medallistas
Muñiz Aguirre, estudiante recién inscrito en la carrera de química en la Universidad Autónoma de Chihuahua, dijo que desde hace algunos años la química había capturado su atención “pero fue la experiencia de las olimpiadas la que acabó de confirmar mi gusto y decidí que la química sería parte de mi vida”.
Regreso, agregó, muy contento de la competencia iberoamericana, “fue una experiencia muy buena y aunque hubo varios sacrificios previos para estudiar y repasar, tuve la recompensa al esfuerzo, una medalla de plata. Además, mí me gustaría ser investigador y por eso agradezco a la Academia Mexicana de Ciencias, por promover estas competencias, porque incentivan e inspiran a los jóvenes, la ciencia es algo que necesitamos para ser un país desarrollado”.
El veracruzano, Jiménez García, habló de los exámenes, particularmente del práctico donde “tuvimos que hacer valoraciones de un vino que producen en Oporto, determinamos la cantidad de dióxido de azufre que contenía una muestra”.
El estudiante ya inscrito de la carrera de ingeniería mecatrónica en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla dijo que le interesa incorporar la química de materiales en su carrera y que le gustaría hacer investigación, aunque también considera poder trabajar en la industria.
Por su parte, Soto Becerra compartió su alegría por el resultado obtenido. Con la medalla de bronce colgada en el cuello, comentó que fue una competencia difícil y “en lo particular tuve mejor desempeño en el examen teórico, que constó de problemas que tenían que ver con física química, de química orgánica, inorgánica y química analítica”.
El joven que comienza a prepararse para ser químico farmacobiólogo, reconoció que sí es necesario hacer sacrificios para poder prepararse, pero la experiencia vale la pena: “Me dejó una visión más amplia de lo que hay después de la carrera y me ha abierto la posibilidad de conocer a personas de otros países con las que quizás en un futuro pueda trabajar, porque tenemos un gusto en común, la ciencia”.
Lizárraga Acosta, es el menor del equipo, con tan solo 15 años, espera tener mejores resultados en años venideros. “Me quedan dos años más, voy a hacer todo lo posible por ganar en las etapas nacionales y luego prepararme mejor y traer más medallas internacionales para el país”, dijo.
Antonia Dosal, coordinadora de la Olimpiada Nacional de Química y Mercedes Llano, también integrante del comité organizador de la ONQ, son las acompañantes del equipo mexicano, que busca ampliar el medallero del país en el certamen.