Miguel Ángel Casique Olivos
Mientras el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) asegura que no van a subir los precios de las gasolinas luego de que se anunciara el aumento del precio del petróleo por la crisis en Arabia Saudita, sin duda la Secretaría de Hacienda tendrá que hacer ajustes quirúrgicos y evitar que suba el costo del combustible; y aunque esto no es tan sencillo, las maniobras en Hacienda parece que sí van en serio, entonces la declaración de AMLO no podría ser otra, porque él sabe muy bien que los momentos por los que atraviesa el país, una situación no tan favorable aunque el tenga otros datos, es frágil y cualquier medida afectaría la supuesta popularidad que aun conserva.
Por otro lado, cuando se habla de la Ley de Amnistía muchas son las dudas tanto analistas como especialistas, y aún así optan por señalar que podría ser un avance pero con riesgos latentes y que al impulsar esa ley y quizá aprobarla, tendría que manejarse con mucho cuidado pues a la hora de aplicarse podría tener consecuencias graves y quienes principalmente pagarían los platos rotos, como siempre, serán los mexicanos más pobres.
Y esto esa así porque bastaría echar una revisada a las cárceles mexicanas para ver cómo ha sido su comportamiento durante los últimos años, cárceles desde donde se han operado crímenes, orquestados por personas que, una vez ingresadas por cometer delitos menores y graves, ya estando ahí se convierten en verdaderos malandros y ya relacionados, en muchas de las ocasiones, con grandes bandas dedicadas a cometer diversos delitos. Así, cuando alguien de ellos llega a salir, ya se ha convertido en delincuente más peligroso.
Si tomamos en cuenta que con la supuesta amnistía podrían ser liberadas unas 30 mil personas que están encarceladas por delitos menores o poco justificados, esto se podría convertir en una verdadera «bomba» para el país, pero el presidente mexicano está convencido y va a hacer que en el Congreso esa Ley sea aprobada; pero una vez que así sea, los verdaderos problemas vendrán, pero se sabe que en todos los reclusorios no hay una separación, con detalle, de los presos que cometieron delitos graves o menores; hay presos, como dice el dicho popular, de chile, de mole y de pozole.
Otro aspecto también medio olvidado es que los reclusorios tienen su «propio gobierno»; es decir, son ellos los que se autogobiernan con una injerencia comprobada, y que se vive día a día, de bandas criminales, incluso surtiéndose, desde ahí de cuadros para operar en el exterior. También la complicidad y corrupción (aunque AMLO diga que ya no existe y que el país es feliz) de las autoridades reinan y se imponen en esos centros de rehabilitación.
Sin dejar de lado que hay mexicanos que han sido injustamente encarcelados y que sus derechos han sido ultrajados y violados, la Ley de Amnistía propuesta por el mandatario nacional, podría ser una bomba amenazadora para la vida de los mexicanos, sino en su aprobación, si en su ejecución; sin embargo, para López Obrador esas 30 mil personas que podrían ser beneficiadas con esa ley, tienen carita de voto para el 2021, en el que ya todo mundo empieza acarrear agua para su molino. «Piensa mal y acertarás», dice el dicho popular.
El clímax no político…
Sheinbaum: el informe con más pendientes que resultados. Este martes 17 de septiembre, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, rindió su primer informe de gobierno y uno de los temas más cuestionados fue la seguridad; y fue así porque expertos han señalado que la inseguridad no se va a combatir con acciones de emergencia, sino con un cambio interno y se debe tener un verdadero plan de acción. Por ejemplo entre los posicionamientos que se escucharon ayer en el Congreso capitalino, estuvo el del diputado Guillermo Lerdo de Tejada, y señaló que «nuestra Ciudad se encuentra en una ruta de deterioro, porque ha carecido de liderazgos que estén a la altura de sus habitantes y que ofrezcan una visión de largo plazo y de futuro».
Además, el legislador señaló que lo que en la Metrópoli sucede es el sentir de un número cada vez mayor de habitantes. «Es lo que se lee en los diarios, lo que se ve en las redes sociales y lo que se escucha en la calle: la Ciudad de México se encuentra en crisis» y hoy en la Ciudad se exige soluciones diferentes, pero lo que vemos es una administración repitiendo fórmulas fallidas y carentes de la innovación que prometió. Y es que, cuando de inseguridad hablamos el homicidio se ha situado en máximos históricos, igual que el robo a negocio; en robo a transeúnte y robo con violencia ocupamos los primeros lugares nacionales y la trata, la extorsión y el narcomenudeo no han dejado de crecer.
Sin entrar a muchos detalles, la impresión generalizada hacia la gobernante morenista de la CDMX es que el puesto le quedó grande pues los capitalinos esperaban más de ella; pero por ahora su acciones recientes ayudan muy poco, porque la inseguridad, y la atención a los grupos más pobres de la Ciudad, sobre todo en delegaciones como Iztapalapa, Tláhuac y Gustavo A. Madero, nomás no llega en estos primeros meses de gobierno. Por el momento, querido lector, es todo.