La corrupción cae en México en los primeros meses del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, al menos en el terreno de las percepciones.
El porcentaje de ciudadanos que considera que la corrupción ha aumentado se sitúa en un 44%, 17 puntos menos que hace dos años, según el Barómetro Global de la Corrupción para América Latina y el Caribe, publicado ayer por la ONG Transparencia Internacional.
Igualmente, los mexicanos que declaran haber pagado sobornos a funcionarios públicos para acceder a servicios pasaron de representar el 51% en 2017 al 34% en 2019.
Meses de discurso anticorrupción parecen haber hecho mella en la opinión de los ciudadanos.
El Mandatario ha tomado medidas como el combate contra el robo de combustible o la reducción de los salarios de los funcionarios públicos. Mientras, la Fiscalía General de la República ha lanzado investigaciones contra pesos pesados de la Administración de Enrique Peña Nieto (PRI) como el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya o la exministra Rosario Robles.
El 61% de los mexicanos considera que el Gobierno está actuando bien en este ámbito, frente al 36% que dice lo contrario, según la encuesta, realizada en febrero y marzo de este año en 18 países de Latinoamérica.
Las opiniones recabadas entre mil mexicanos respecto a la actuación de su Gobierno son de las más favorables de la región, donde apenas un 39% aprueba la acción gubernamental.
Además, México es el tercer país donde menos ciudadanos sostienen que la corrupción aumentó en los últimos 12 meses. En el extremo opuesto, un 87% de venezolanos opina que la situación empeoró.
Pese a los avances en la percepción, los expertos toman distancias. El investigador Ricardo Alvarado, de la ONG Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) señala las limitaciones de la encuesta. “Hay un debate sobre qué tan confiables son los índices basados en percepciones. Un Gobierno muy popular tiende a mejorar estos índices”, explica.