Hoy hace 29 meses, el 19 de junio de 2017, se publicaron las modificaciones a la Ley General de Salud que legalizaron el cannabis medicinal en México, dejando la regulación correspondiente en manos de la Comisión Nacional para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris), pero hasta la fecha siguen sin emitir un reglamento.
Esta falta de regulación por parte de la Cofepris ha dejado en el limbo a millones pacientes que padecen enfermedades como epilepsia, dolor crónico, artritis, Alzheimer, entre muchas otras. Esto ha dejado abierta la puerta para que el mercado negro, ofrezca productos con supuestas cualidades curativas que ponen en riesgo a los pacientes frente a la falta de información y regulación. El mercado negro está valuado en $141,000 MDD de acuerdo con datos de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (2013), órgano asesor de la Organización de Estados Americanos (OEA) para el tema de drogas.
“Hoy en día, los pacientes tienen que recurrir al mercado ilegal para poder tener acceso al medicamento que requieren. En Internet y en otros canales, abundan los productos de dudosa calidad que ofrecen alternativas terapéuticas sin la seguridad que da la revisión y regulación por parte de la autoridad”, señaló Erik Ponce, presidente del Grupo Promotor de la Industria de Cannabis.
El 14 de agosto de 2019 la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitió una sentencia en la que fijó un plazo de 180 días a la Secretaría de Salud para emitir un reglamento que garantice los derechos de los pacientes.
Asimismo, la Ley General de Salud permite la comercialización de productos industriales que contengan derivados del cannabis con menos de 1% de THC, particularmente de CBD que no es psicoactivo y ya se utiliza en muchos países en la clase de suplemento nutricional. A partir de la reforma a la Ley General de Salud, sólo está pendiente que Cofepris emita el reglamento.