“El 45% de
los pacientes mexicanos con cáncer de pulmón nunca han fumado, en el caso de
las mujeres éste se incrementa al 67%.[3] En México, el
principal factor de riesgo no es el humo del cigarro sino el humo de leña que
se asocia a indicadores de pobreza. Existe una estigmatización grave hacia
estos pacientes que tenemos combatir por su bien”, comentó el Dr. Óscar
Arrieta, Coordinador de la Unidad Funcional de Tumores Torácicos, del Instituto
Nacional de Cancerología (INCan).
La exposición al humo de leña afecta a 3,000 millones de personas en el mundo,
quienes continúan cocinando sus alimentos con combustibles sólidos, de acuerdo
con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Otro factor es la extrema
pobreza en zonas rurales y distancias importantes a los servicios de salud.
En México, se tiene un registro de 9.3 millones de personas que viven en
situación de extrema pobreza. El reto mayor sigue siendo el sureste del país
donde se encuentran las entidades con mayor concentración de esta población en
Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Veracruz. [4]
El cáncer de pulmón encabeza la lista de los cánceres más letales en México y,
aun así, este padecimiento no está considerado dentro de los recursos del Fondo
de Protección contra Gastos Catastróficos como mama, próstata, cuello uterino y
colon.
“Esta es una enfermedad considerada prevenible, por lo cual se deben reforzar
acciones preventivas desde una visión integral que abarque a todos los sectores
de la población, especialmente a los más vulnerables, quienes el 90% de los
casos son diagnosticados en forma tardía, en etapas avanzadas y metastásicas”,
agregó el Dr. Óscar Arrieta.
En México, los pacientes con cáncer de pulmón se encuentran en estado de
indefensión, ya que las terapias para tratarlos dependen de la situación de
acceso a la salud que enfrenta cada paciente, la mayor parte de ellos en
pobreza extrema. En tanto, la innovación para tratar el cáncer de pulmón ofrece
nuevos tratamientos que ayudan a mejorar la expectativa y calidad de vida de los
pacientes.
“Los esfuerzos deben ser compartidos entre todos los niveles
interinstitucionales, no sólo para garantizar el acceso al diagnóstico temprano
y tratamiento oportuno, sino también para reconocer la necesidad de reforzar y
consolidar las políticas públicas de prevención y control también del
tabaquismo”, comentó el Dr. Óscar Arrieta.
Los síntomas del cáncer de pulmón pueden presentarse con signos como: tos que
no desaparece o que empeora, con sangre o flema del color metal oxidado, dolor
en el pecho que empeora cuando se respira profundo, ronquera, pérdida de peso y
apetito, dificultad para respirar, cansancio, neumonía o bronquitis.