Betzy Alondra Tavera
Cristalizado en la realidad como el sueño de algunos padres que deseaban ver a sus hijos aprendiendo música, en 2006 nació en el poblado de San Pablo Guelatao, Oaxaca, la Banda Filarmónica Infantil y Juvenil Yela-Too, que en lengua zapoteca significa “Laguna chica” o “Lagunita”. Así comenzó a crecer un proyecto que con el paso del tiempo se ganaría el respeto musical.
Fernando Sandoval Luna, su director, señala que en Oaxaca, y particularmente en la región de la Sierra Juárez, ha tenido una tradición musical de enormes proporciones artísticas, social y culturalmente hablando: “No se equivocaron los abuelos, y nunca lo estarán, cuando dictaron: ‘Un pueblo sin banda es un pueblo sin vida’ ”, refiere.
Conformada por 33 músicos cuyas edades oscilan entre los cinco y los veinte años, la Banda Filarmónica Infantil Juvenil Yela-Too interpreta principalmente música tradicional como sones y jarabes, aunque, según su director, “no nos cerramos: también tocamos un poquito de música popular, boleros, danzones, cumbias y hasta música comercial”.
Aunque su presentación ocurrió en el 2006, la banda se convirtió en proyecto del municipio hace unos siete años: este y la comunidad se encargaron de todo lo necesario, desde pagar un maestro y comprar instrumentos hasta motivar a los niños.
A partir de entonces, la banda ha tenido diversas actividades con Fernando Sandoval al frente. “Hace un mes y medio presentamos un álbum con puras obras mías”.
El grupo ha experimentado varios regocijos, pero sinsabores también, al grado de que en algún momento el sueño de la banda se vio opacado, y pareció que decaían tanto el interés municipal como el de los jóvenes y niños que la integraban.
Destaca que su conformación responde a varios factores: “En primer lugar”, apunta, “acá en Oaxaca casi todas las comunidades tienen su banda filarmónica, y aquí en Guelatao no había eso; pero también se hizo pensando en que los niños ocupen su tiempo libre en algo de beneficio, no que estén en el ocio o en malos pasos”.
Como resultado de lo anterior, refiere que la banda filarmónica ya tiene tres grupos. El primero es de iniciación musical; el segundo, de instrumentación musical; y el tercero, la banda como tal. Suman 60 alumnos bajo su dirección.
Por último, comenta que la existencia de la banda en Guelatao de Juárez ha revelado a sus integrantes que todo es parte de todo, que la diversidad les da identidad, los puntos de vista que chocan, las acciones que motivan y las que no, las cosas que han surgido hasta el momento y las que se quedaron en el camino, pero que aún pueden recogerse, además de las que faltan por soñar y cosechar.