Por: Aquiles Córdova Morán
Me parece necesario comenzar reconociendo el trato profesional y objetivo que varios importantes medios y periodistas dieron a los grupos campesinos y populares que protestaron recientemente ante la Cámara de Diputados. Informaron que su demanda era que el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2020 destinara algún recurso para atender sus necesidades más elementales, y así era la verdad. Los antorchistas, que hemos sufrido desde siempre un trato agresivo y prejuicioso, hoy queremos reconocer y agradecer expresamente el respeto de que fuimos objeto, todos, durante la lucha que acabamos de dar.
Sin embargo, no bien se consumó la orden presidencial de que “su” presupuesto debía aprobarse por los diputados “sin cambiarle ni una coma”, atropellando sin miramientos lo que fuera, se dejó venir, sobre los discriminados e ignorados demandantes, una catarata de injurias sangrientas y feroces e infamantes imputaciones para criminalizar el legítimo derecho a la organización y la protesta pública, al mismo tiempo que aplauden sin reservas “la firmeza del Presidente” por no ceder a las “presiones y chantajes” de los vividores de siempre. Aquí va una muestra de las más representativas.
La Jornada y jornada.com, dijo: “LO BUENO DE todo esto es que, oficialmente, los chantajistas «dirigentes» campiranos –una verdadera pandilla de gánsteres– no lograron su tradicional objetivo: obtener gruesas rebanadas presupuestales para ellos, con el pretexto de «mejorar las condiciones de los campesinos» que dicen representar. Porque el bloqueo de San Lázaro no fue plantón campesino, sino de los impresentables cuan supuestos «líderes» (como el de Antorcha Campesina, Aquiles Córdova Morán) acostumbrados a estirar la mano para, según ellos, «mantener la paz social en el país», mientras el campo se mantiene abandonado y los campesinos famélicos”. Pregunta: ¿de veras no vio La Jornada a los miles de solicitantes que pedían presupuesto para sus parcelas y comunidades, cuyo puro aspecto exterior dice a las claras su origen humilde, y solo vio a los líderes sinvergüenzas que hablan en su nombre? ¿Es auténtica tanta ceguera?
Crónica y cronica.com dijo: “Hicieron la defensa de sus intereses con todo lo que tuvieron a su alcance. Cabildeo, negociación, presión y aun chantaje o franca extorsión. Fueron los casos del Frente Auténtico del Campo, de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, liderada por Álvaro López Ríos, y Antorcha Campesina, representada por Homero Aguirre. Acostumbrados a sobrevolar cada año el legislativo, como buitres insaciables, tan pronto son conocidos los proyectos de gastos, líderes de toda laya, dirigentes políticos y titulares de organismos autónomos se apersonan en la Cámara baja y los más audaces de plano bloquearon con feroces huestes”. Crónica no deja títere con cabeza; de su hacha moralizadora no se salva ningún cuello. Pregunto: ¿que entiende Crónica por chantaje y franca extorsión? ¿Por qué no se tomó la molestia de detallar concretamente esas acciones delictivas, en vez de refugiarse en la pura enumeración de los delitos, que ofende pero no prueba nada, más que la voluntad de acusar y herir sin contraer ninguna responsabilidad?
Televisa.com, habla de 500 millones de pesos que ciertos ayuntamientos antorchistas entregaron a la constructora “Acabados Arquitectónicos Frank” propiedad, dice, de Antorcha Campesina, para construir obras para uso exclusivo de sus integrantes”. Añade que la Dirección de Obras Públicas de Tecomatlán entregó 240 millones de pesos a la misma empresa para construir una casa de la cultura, un auditorio y una villa estudiantil, una escuela de teatro y música; todas estas obras, dice fueron para beneficiar al Instituto Tecnológico de Tecomatlán, propiedad de Antorcha Campesina”. Primero: es una falsedad total que las obras mencionadas sean para uso exclusivo de los antorchistas. Basta con echarle un vistazo a las fotografías publicadas por el Ayuntamiento de Tecomatlán para constatar su carácter evidente de servicio para todo el público. Que el Instituto Tecnológico de Tecomatlán es propiedad de Antorcha, es una mentira y una necedad indigna del medio que la publica. Bastaría con una consulta telefónica a la SEP para darse cuenta del despropósito. Televisa.com. olvida, además, decir que las obras que menciona fueron sometidas a licitación pública, como ordena la ley, licitación que ganó Frank. Se puede alegar que el concurso fue amañado, pero ese es otro problema que debe probarse con documentos válidos. ¿Hubo licitación o no? Esa es la cuestión. Televisa.com. haría bien en visitar las obras de que habla, pues todas están expuestas al público. Comprobaría la belleza del diseño, su funcionalidad y la calidad de los materiales empleados. Frank no se robó el dinero ni hizo porquerías para incrementar sus utilidades, y eso está a la vista de todos.
Televisa.com acusa a Frank de comprar vehículos de lujo (“alrededor” (?) de cinco camionetas Land Rover modelo “Range Rover”, blindadas, con valor superior a los cinco millones de pesos cada una) para uso del líder nacional y sus familiares. Sería fácil probar dónde viven y a qué se dedican “los familiares” del “líder nacional” de Antorcha, lo que echaría por tierra la calumnia. Pero me falta espacio y tampoco creo ganar mucho con ello. Solo quiero dejar claro que si las utilidades de Frank son legítimas, como realmente lo son, es su derecho indiscutible gastarlas en lo que se le pegue la gana, como hace cualquier empresario en este país.
La columna Templo Mayor, de Reforma y reforma.com, dice: “ENTRE lo -poco- rescatable está el hecho de que agrupaciones como Antorcha Campesina que bloquearon San Lázaro se fueron con las manos vacías, dado que la 4T no les asignó recursos, por lo que, se supone, ya no podrán seguir exprimiendo la ubre presupuestal como lo hicieron durante décadas en los gobiernos del PRI y el PAN”.
Todos estos ataques aparecieron el mismo día, 23 de noviembre de 2019.
El día 24, un señor Zepeda Patterson publica, en el periódico digital sinembargo.mx, lo siguiente: “Donde otros habrían cedido a la presión de la opinión pública por el caos desatado, AMLO se mantuvo firme y le ahorró al país miles de millones de pesos. Más importante, dio un paso decisivo para comenzar a desmantelar ese corporativo parasitario, bastión de la corrupción y manipulación en el campo. De nuevo, algo de lo que siempre se quejaron empresarios y gobiernos «modernizantes» y no obstante lo siguieron prohijando por complicidad y comodidad.”
Hasta aquí las notas que escogí (que no son todas ni mucho menos). He creído necesario transcribir este rosario de injurias y calumnias absurdas para poner a los probables lectores en condiciones de darse cuenta, por ellos mismos, de dos coincidencias que comparten todas y que, a mi juicio, no son casuales. La primera es su sincronización, pues casi todas aparecieron el mismo día o con apenas 24 horas de diferencia. La segunda es la similitud del contenido que habla de la identidad de propósitos y prueba que todas proceden de la misma fuente. El propósito, que es lo que me interesa evidenciar, es asentar en la opinión pública que todas las organizaciones que protestaron son mafias de gánsteres que reclaman su parte del dinero de la nación; y una vez logrado esto, proceder a erradicar esa lacra que solo estorba al sano progreso del país que encabeza el Presidente y su 4ªT. La nota de Zepeda Patterson es, en este sentido, particularmente valiosa por ser la que con más claridad y firmeza formula semejante propósito.
Y el mismo señor tiene toda la razón cuando afirma que la existencia y la actividad de las organizaciones sociales en defensa de los más humildes y desvalidos, a quienes más ha molestado desde siempre es a los señores empresarios y a los gobiernos “modernizadores” (léase neoliberales) que ellos controlaban hasta la llegada de la 4ªT. En lo que quizá no reparó Zepeda Patterson es en que, de paso, desviste y exhibe en cueros vivos a los personeros de la 4ªT. En efecto, si lo que dice es cierto, de ello se sigue que la “firmeza” de AMLO y su política de erradicación de la organización popular, no responden a los intereses y deseos del pueblo trabajador que lo llevó al poder, sino a la muy antigua y reiterada queja de empresarios y neoliberales. Y a confesión de parte, relevo de pruebas.
Zepeda Patterson seguramente sabe que la señal de arranque para el ataque sincronizado a la organización popular partió nada menos que del Presidente del Consejo Coordinador Empresarial, el señor Carlos Salazar Lomelín. Él fue el primero en aplaudir la firme negativa de AMLO a las demandas de las organizaciones campesinas y populares: “Es bueno –dijo más o menos– que el señor Presidente se niegue a seguir regalando dinero”, que es lo mismo que, con otras palabras, repiten las notas que acabo de citar, la de Zepeda Patterson incluida.
Pueden suprimir el derecho a la libre organización popular derogando la garantía constitucional respectiva. Pueden incluso ahorrarse este paso e ir directo a la represión violenta e ilegal. Es su responsabilidad ante la nación y ante la historia. Pero una cosa sí les aseguro: que con ello no resolverán el problema de fondo que es la pobreza, la desigualdad y la justificada inconformidad de las mayorías. Por feroces, exageradas y sanguinarias que sean las calumnias de algunos medios y periodistas (que aquí identifico para evitar malos entendidos), no lograrán acallar para siempre el descontento popular. Al animar, con sus elogios interesados y desmedidos, al Presidente y a la 4ªT a seguir por ese camino, los están empujando en realidad, lo sepan o no, al borde del abismo, al inmenso desastre de una confrontación nacional de consecuencias imprevisibles. Y si no, al tiempo.