ESTÉNTOR POLÍTICO
Miguel Ángel Casique Olivos
El secretario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría, difundió la semana pasada, durante la presentación de los resultados de las pruebas Programme for International Student Assessment (PISA) realizadas en 2018, que “sin la educación adecuada, los jóvenes languidecerán al margen de la sociedad, incapaces de enfrentar los desafíos del futuro mundo del trabajo, y la desigualdad continuará aumentando”; la frase, cierta y realista debe preocupar a todos los mexicanos y, en primer lugar, a nuestras autoridades; pero las acciones del gobierno de la “Cuarta Transformación” (4T) son otras.
En los resultados del programa difundidos el tres de diciembre se advierte que en el examen de las habilidades lectoras, matemáticas y científicas a estudiantes de 15 años, los jóvenes de los municipios de Pekín, Shanghai y dos provincias, Jiangsu y Zhejiang, de China, obtuvieron los mejores resultados que los de Singapur, que se ubicó en el segundo lugar. El tercer puesto, según los mismos datos en las tres áreas, fue para Macao, una especial región administrativa de China; con estos datos se confirma la superioridad de los chinos en el terreno educativo. En el continente americano, los mejores resultados fueron para Canadá, que logró un séptimo puesto global en lectura, octavo en ciencias y decimosegundo en matemáticas.
En Latinoamérica, las cosas no son nada alentadoras, se sabe que los países latinoamericanos obtuvieron una clasificación inferior a la del promedio de países de la OCDE, que es de 487 puntos. Chile obtuvo los mejores resultados en lectura, con el puesto 43; le siguen Uruguay y Costa Rica.
En matemáticas, México ocupa el lugar 61, con 409 puntos; y en ciencia, el lugar 57, con 419 puntos. Las pruebas PISA 2018 centran su atención en la evaluación de las capacidades lectoras, y la OCDE sugiere que uno de cada cuatro estudiantes, de los 38 miembros de la Organización, no pueden completar las tareas más elementales de lectura, problema que resulta todavía mayor en el llamado “mundo en desarrollo”.
¿Qué decir de los lugares ocupados por México en estas pruebas, cuando las oportunidades educativas no solo no se impulsan, sino que son obstruidas por el propio gobiernos de la 4T? En la madrugada del mismo día que se publicaron estos resultados, se ordenó un despliegue policiaco en el municipio de Tecomatlán; no se trató de un operativo para detener a algún delincuente, sino para desconectar la energía eléctrica a la Villa Estudiantil, albergue donde habitan más de mil estudiantes pobres de Puebla, Guerrero y Oaxaca que realizan sus estudios en ese municipio.
En un acto, más que abusivo, se observó cómo los gobiernos de Andrés En un acto, más que abusivo, se observó cómo los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y de Miguel Barbosa atentaron contra la educación, demostrando su esencia antipopular y enemiga de los estudiantes humildes. Ese operativo, en el que participaron la Guardia Nacional y la Policía Estatal poblana, no es más que una venganza política, ruin e ilegal, contra trabajadores y estudiantes organizados que reclaman al Gobierno Federal la realización de obras públicas y apoyos para la educación. Tecomatlán es la cuna del Movimiento Antorchista y es uno de los lugares con más alto desarrollo humano de México, donde hay escuelas desde nivel preescolar hasta licenciatura; ahí los estudiantes y pobladores exigen que se apoye a sus escuelas y comunidades, que se aumente el apoyo para su albergue y que no cancelen las becas, a las que tienen derecho y que tanto presume el mandatario nacional.
AMLO canceló adeudos millonarios de energía eléctrica en zonas donde quería votos; a sus seguidores incondicionales sí los apoya. Aunque el 1o de diciembre aseguraba que él no le había declarado las guerra a nadie; entonces, ¿cómo se podrían llamar estas acciones represivas?
No hay duda de que la prueba PISA solo es un reflejo de lo mal que está nuestro país en el tema educativo; abusando del poder, AMLO agrava la situación y atropella la Constitución atacando los derechos estudiantiles.
Es la hora de los estudiantes, de esa juventud mexicana que representa una poderosa fuerza y que ahora es maltratada; es urgente que esa juventud se vuelque en una auténtica lucha política para impulsar un proyecto educativo integral, que forme al hombre nuevo para que libere a México de su atraso y de sus malos gobernantes. Por el momento, querido lector, es todo.