ESTÉNTOR POLÍTICO
Miguel Ángel Casique Olivos
No hace más de dos décadas que la forma de hacer periodismo en México comenzó a cambiar radicalmente; hasta antes del año 2000 las noticias corrían lentamente y tenía uno que esperar el periódico del día siguiente para saber los sucesos del país o de otras partes del mundo. Los medios impresos, junto con los pocos programas de televisión y radio, de la mañana o de la noche, nos presentaban sucesos que habían pasado 6, 8, 13, 18 o hasta 24 horas antes.
Hace unos 15 años más o menos, con la masificación del uso de las redes sociales y la formación de diarios digitales, tras la creación de la Internet, trajeron muchos cambios en la velocidad que viaja la información a su destino; ahora ya no tiene uno que esperar el programa de televisión de la noche para ver qué si dijo sobre X o Y tema; hoy la noticia se vive en tiempo real y en una hora te puedes enterar de decenas o quizá cientos de noticias.
Pero lo más «curioso» o «delicado» para muchos, es que en las redes sociales se ha desatado una campaña para hacer creer a los mexicanos, pero en general a todo ser humano, que tienen que estar presentes, viendo la noticia y enterándose de todo lo que sucede; el «interés», convertido en «morbo» por lo que pase y acontezca. Hoy se sabe que los mexicanos usan entre 6 y 8 horas diarias las redes sociales, es decir pasan una tercera parte del día frente a su celular, tablet o computadora.
Las redes sociales, no importa qué tanta información traigan y si son de utilidad, fake o información chatarra, se han vuelto adictivas; hoy, por ejemplo, crear videos cortos y divertidos con ayuda de aplicaciones, como el caso de Tiktok, la han convertido en red mundial de videos cortos, en México ya se está convirtiendo entre las cinco más usadas; los mexicanos ya son unos tiktokers. Las narrativas informativas en México, a través de Youtube, Instagram, Twitter y Facebook se han convertido en una de las principales herramientas de información y de entretenimiento en tiempo real.
Por ejemplo, ayer llamó mi atención lo que sucedía, entre las 2 y 3 de la tarde, en la red social Twitter; había, en esos momentos, dos hashtag (HT), uno era #AMLOElFracasoPresidencial que estaba en 1ra posición de lo más mencionado pero, seguido, en 2da posición, estaba su contrario #AMLOTriunfoPresidencial. Los temas murieron en poco tiempo pero se colocaron otros contra la morenista Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México tras el accidente en el Sistema de Transporte Colectivo Metro.
Más allá de quiénes apoyaban a uno y otro tema, lo cierto es que el tener tanta información, casi al momento en que está sucediendo, en lugar de generar algo positivo genera lo contrario, una desinformación total e incompleta en la que ya no se sabe bien qué tan verídica o no es la información; lo que sí vemos es que con las múltiples herramientas y plataformas se está generando odio y rencor impulsados, principalmente, por los mismos políticos que hoy están en el poder.
El clímax no político…
Los políticos morenistas se siguen mostrando como represores, provocadores y que no saben gobernar; ahora sucedió con el alcalde de Zacapoaxtla, Puebla, pues agredió a comerciante que pertenecen al Movimiento Antorchista de la zona. La mañana de este miércoles, el alcalde referido, Ebodio Santos Alejo, agredió públicamente a un grupo de comerciantes de manera verbal y violando las leyes que permiten la organización y protesta de los ciudadanos, como una respuesta a la petición de que se les respete el espacio que por años han utilizado para vender sus productos.
La agresión del gobernante ocasionó que más de un centenar de comerciantes recorrieran las principales calles del zócalo zacapoaxteco y realizaron un mitin a las afueras de las instalaciones de palacio municipal, para exigir a Ebodio Santos que atienda las demandas y detenga las agresiones en contra de la organización.
Las agresiones del edil son, a todas luces, una violación a la ley, ley que permite la libre organización y exigencia a la autoridad para que cumpla sus compromisos. «Si el edil no resuelve y vuelve a agredirnos, vamos a movilizar a todos los antorchistas de Zacapoxtla y haremos una denuncia en medios de la capital sobre las amenazas del presidente»; las cosas en México y en el Estado de Puebla no están tan tranquilas como para que ahora otro alcalde morenista, aprendiz de dictador, reprima y agreda a comerciantes que buscan llevar sustenta a sus familias. Por el momento, querido lector, es todo.