El programa IMSS-Bienestar, que da atención médica a la población que no cuenta con seguridad social en zonas rurales y urbanas marginadas, tiene un déficit de 22,075 médicos y 16,546 enfermeras.
La dependencia cuenta con 18,041 trabajadores, de los cuales 6,265 son personal médico (un médico por cada 1,968 habitantes) y 11,776 enfermeras; es decir, una por cada 1,047 habitantes). Estas cifras están muy alejadas de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señala que tendría que haber un médico y una enfermera por cada 435 habitantes.
En entrevista, la titular del programa IMSS-Bienestar, Gisela Lara, señaló que en promedio tienen un médico por cada 2,000 habitantes, por lo que necesitarían tener algo así como 4,000 médicos adicionales, solo que el presupuesto no se los permite.
Ante esto, apenas el 9 de marzo, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), el IMSS y el IMSS-Bienestar firmaron un convenio para fortalecer el acceso a servicios de salud para la población que atiende el IMSS-Bienestar, con el que el Insabi apoyará en la contratación de médicos y enfermeras, así como en la adquisición de medicamentos.
Actualmente, el IMSS-Bienestar da atención a 12.3 millones de personas, de las cuales 4.5 millones son indígenas, en 19 estados del país, a través de 3,622 unidades médicas rurales, 184 brigadas de salud, 140 unidades médicas móviles, 80 hospitales rurales y 45 Centros de Atención Rural Obstétrica (CARO).