ESTÉNTOR POLÍTICO
Miguel Ángel Casique Olivos
El «nuevo» gobierno de la República que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que arribó en el 2018 al poder ejecutivo, se ha caracterizado por ser muy lento en la toma de decisiones para atacar las problemáticas que enfrenta y en las que se ve sumergido México; esa lentitud, que al inicio parecía normal por la inexperiencia del gobierno, hoy parece ser parte del plan que tiene AMLO para que las otras corrientes políticas se manifiesten contra él, y así, con ese argumento, él contraataque logrando mantener algo de su popularidad, vía la confrontación y un supuesto «debate» en el que él sale ganando por tener todo los reflectores mediáticos.
Esa lentitud la pudimos observar desde el inicio de la administración morenista: por ejemplo, con la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo, donde su actuar como gobierno quitó la vida a más de 130 mexicanos; esa lentitud se ha notado en el tema de seguridad con la Guardia Nacional; también, por ejemplo, en no tomar acciones contra algún gobernador, como Miguel Barbosa, que constantemente viola la constitución al amenazar y reprimir a los ciudadanos; o, la lentitud para evitar que la economía del país continúe por los suelos y afecte a millones de mexicanos.
El tema del Coronavirus (Covid-19) vuelve a poner de relieve que el gobierno de AMLO es lento; incluso, varios gobernadores han actuado con más rapidez en sus entidades y comenzaron a tomar acciones de prevención, algo plausible. Por otro lado, se aprecia que AMLO sigue gobernando con prepotencia y soberbia al no respetar las instituciones de su mismo gobierno; por ejemplo, el que en los últimos días haya continuado con sus giras de trabajo e incluso se haya acercado a una niña y la haya saludado de beso, algo por lo que fue ya muy criticado en los medios y redes sociales.
El Coronavirus pondrá a prueba el sistema de salud mexicano y también pondrá a prueba qué tan eficiente es nuestro gobierno para tomar decisiones de prevención; lo que ya se sabía ahora se reconfirmará. Casi desde que comenzó la administración se ha asegurado que el sistema de salud es deficiente y que en algunos estados no hay clínicas y hospitales, y tampoco hay suficientes médicos y medicinas para atender la salud de 130 millones de mexicanos.
Lamentablemente, nos guste o no, la pandemia, hoy ya casi con 100 casos diagnosticados en México, llega cuando tenemos un gobierno indiferente y al que no le importa la población, sino seguir generando percepciones cuyo único objetivo es conquistar votos en los próximos tiempos electorales para seguir manteniendo el poder.
Los contagios y los decesos en el mundo ya son por miles. En México el mayor riesgo estará en dos o tres semanas; pero otro aspecto, igualmente grave y peligroso, es que la economía mundial se está contrayendo y la afectación en México es alarmante; se sabe, por ejemplo, que la caída en la inversión -han estimado economistas- será entre el 5 y 15 por ciento, con altas posibilidades de que sea mayor.
México, con la llegada de Coronavirus, tendrá una economía más débil e incompetente, la razón, que la economía mundial encuentra a México con una economía con mal desempeño, débil y con cero crecimiento. Además, el gobierno federal se ha gastado el fondo de estabilización ya casi al 50 por ciento y hay una deuda de Pemex que es imposible pagarla. México está en serios problemas y una agudización en el contagio «comunitario» del Covid-19, va a pegar inmediatamente a los mexicanos; pero también está en problemas, porque el gobierno federal se ha mostrado incapaz de tomar medidas concretas y acertadas en la etapa de prevención. En China e Italia el problema se ha estado atendiendo por directriz inmediata de sus mandatarios; en México no hay estrategia y no hay verdaderas acciones de prevención.
El clímax no político…
El gobernador priista del Estado de México, Alfredo del Mazo, está metido en un verdadero problema porque está poniendo en riesgo a 300 mil mexiquenses que pueden padecer hambruna en las próximas semanas o meses.
Hace unos días, en Toluca, 25 mil campesinos de 100 municipios de la entidad, protestaron y demandaron al gobierno mexiquense para que atienda las peticiones del campo como apoyos en fertilizante y otros insumos; además, denunciaron que existe abandono en obras y servicios como drenaje, agua potable, electrificación o pavimentos en cientos de colonias mexiquenses.
Alfredo del Mazo quiere seguir la dinastía priista en la entidad y desde el trampolín del gobierno mexiquense, saltar a la Presidencia de México; su último familiar, su primo Enrique Peña Nieto, logró conquistar la presidencia; sin embargo, por lo que se ve, don Alfredo del Mazo no está en las mismas condiciones y se ve muy lejos de que avance en el camino hacia ese escalón presidencial; la razón, su gobierno se está derrumbando y abona en su contra que la percepción de un mal gobierno avance. Por lo pronto, campesinos y colonos están completamente enojados con la política de oídos sordos de don Alfredo Del Mazo. Por el momento, querido lector, es todo.